Las organizaciones y víctimas que lograron participar en la audiencia ante la JEP de Darío Antonio Úsuga, conocido como «Otoniel» integrante del comando mayor de las AGC, expresaron su preocupación por las garantías de seguridad para ellos y ellas y también para Úsuga, dado que se filtraron a la prensa varias de sus declaraciones y además se vio amenazado e intimidado por el personal de custodia luego de la diligencia ante la Jurisdicción Especial de Paz.
Según una carta que ha sido difundida por las comunidades, ellos y ellas temen las represalias por haber escuchado el testimonio de Úsuga, dado que varias de las informaciones entregadas se filtraron a la prensa, incluso antes que se conocieran por parte de las víctimas que esperan verdad.
Además, denunciaron los fuertes hechos de amedrentamiento y amenazas que sufrió «Otoniel» por parte del personal de custodia, quienes le exigían, en medio de empujones y amenazas, que dijera a quiénes pensaba delatar y que otras cosas pensaba decir.
Según las comunidades, estos hechos encienden las alertas, puesto que podrían implicar consecuencias graves sobre esa persona pero también sobre quienes conocieron las versiones entregadas. Incluso llegaron a afirmar que su temor de que se pretendiera ocultar la verdad se está haciendo una realidad, teniendo en cuenta que se espera que hay muchas más declaraciones que aclararían, entre otras verdades, el nacimiento de las AGC y los intereses ocultos que hay detrás de esa organización.
Piden autorización de visita humanitaria para verificar las condiciones de seguridad de Úsuga
Por ello pidieron una intervención humanitaria urgente en la que podría participar la Defensoría del Pueblo e instancias internacionales, además de pedir a la JEP las medidas de seguridad necesarias para garantizar que Úsuga continúe aportando en verdad.
Llamamos a la JEP a que de modo urgente solicite la visita de la Defensoría del Pueblo, del CICR y de la Misión de Naciones Unidas para el Acuerdo de Paz para que soliciten ingreso al centro de detención de quién fue llamado como testigo por nuestra solicitud ante la JEP. Solicitamos a la JEP la adopción a favor de todos los procesos comunitarios y familias que requerimos la Audiencia Privada para que se adopten medidas cautelares inmediatas.
Carta de Somos Génesis
Adicionalmente hicieron un llamado para que la verdad que comenzó a contar «Otoniel» sea tomada con un valioso aporte, para garantizar lo derechos de las víctimas a la verdad, a la reparación y a las garantías de no repetición, pues son el centro de los Acuerdos de Paz y el centro del accionar que debe tener la Jurisdicción Especial de Paz.
Las verdades que comenzó a enumerar «Otoniel»
Dentro de las narraciones de Darío Antonio Úsuga, las víctimas y organizaciones que las apoyan, como la Comisión de Justicia y Paz, aseguró que las AGC estaban dispuestas a un proceso de entrega y acogimiento a la justicia que habría sido truncado por el ex fiscal general, Nestor Humberto Martínez, quien se opuso legal y políticamente a ese proceso que hubiese significado un alivio muy importante para las comunidades indígenas, negras y mestizas en las que las AGC tienen presencia.
En medio de esa situación, constatamos que la historia de Otoniel refleja el fracaso de procesos incompletos y fraccionados con el EPL. A mediados de los 90, una paz suscrita los dejó en manos de Carlos Castaño para potenciar el proyecto paramilitar de las ACCU, todo esto en el período de la gobernación de Antioquia de Álvaro Uribe Vélez. Nos quedan pistas de las expansiones del proyecto paramilitar a nivel nacional y de unas razones profundas de desigualdad, de frustraciones, de injusticias y de dolores que llevan a asumir caminos de la guerra, para sobrevivir.
Carta Somos Génesis
Otro de los aspectos relevantes en los primeros acercamientos de Úsuga con la verdad de la guerra, esta que el origen de las AGC estaría relacionado con el asesinato de ex integrantes de las AUC que estaban comenzando a aportar verdad sobre el funcionamiento de esa organización paramilitar y sus nexos con intereses políticos regionales y nacionales.
Adicionalmente y como uno de los temas claves, Darío Antonio Úsuga estaría dispuesto a develar los intereses políticos y económicos de un sector de la política que se estaría beneficiando del asesinato de líderes sociales, y que aún se esconde detrás de un manto oscuro que el país debería destapar.
Esperamos que se brinden todas las garantías para que esa verdad salga a la luz, por lo que ante nuestros temores para que la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, requiera a la Defensoría del Pueblo y al Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, a una intervención humanitaria urgente para saber el estado en qué se encuentra Dairo Úsuga en su lugar de reclusión.
Por estas razones, las comunidades de Somos Génesis, reiteraron su llamado para el gobierno de EEUU y las instituciones colombianas, garanticen un proceso de acceso y custodia de las verdades que puede seguir aportando el e jefe de las AGC, lo cual sería un aporte muy importante para que se de las garantías de No Repetición que requieren las víctimas.
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