Fotografía: Sandra Patricia Montenegro
Falleció este martes la docente herida por disparos en la mañana del pasado sábado 3 de septiembre, en el corregimiento de Guanabanal, Palmira, Valle del Cauca, su nombre era Sandra Patricia Montenegro.
Al momento del ataque, perpetrado por mano de dos sujetos que se movilizaban en motocicleta, la maestra, que era monitora del Instituto del Deporte, la Educación Física y la Recreación del Valle, se encontraba en el pleno de una clase, con sus alumnos de entre cinco y diez años, en frente de quienes recibió cinco impactos de bala.
Al ser herida, fue trasladada de urgencia a la clinica Palma Real, donde lastimosamente por la gravedad de sus condiciones murió este martes.
Además de ser educadora, Montenegro estaba muy presente en la comunidad, donde desempeñaba un rol de liderazgo, colaborando por ejemplo con la Junta de Acción Comunal (JAC) y el consejo comunitario. Por esta razón, todavía no queda claro si el homicidio tiene relación con su compromiso social o si se trata de feminicidio; las autoridades están investigando al respecto.
El alcalde de Palmira Óscar Escobar, a nombre de la comunidad, rechaza el atentado, denunciando que la agresión ha sido cometida mientras la víctima estaba desarrollando actividades en favor de la comunidad, y esto es imperdonable. Remarca que hay recompensa de $5 millones para las personas que entreguen información para dar con el paradero de los responsables.
También la gobernadora del Valle y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE), se pronunciaron con un trino, rechazando el asesinato:
En el comunicado, FECODE pide a la Fiscalía que se investigue de manera rápida y efectiva los hechos y al Ministerio de Educación y a la Gobernación que se trabaje para garantizar la vida de los maestros, el derecho a la educación y para que la escuela sea siempre un lugar seguro.
Quienes ejercen una labor pedagógica y de liderazgo social en el territorio usualmente se ven en la mira de los actores armados que disputan los mismos, al igual que pugnan por un control e instrumentalización de la niñez y la juventud. Los docentes han sufrido históricamente por ser esa barrera de contención y protección contra la criminalidad, además, que han sido doblemente victimizado porque esa vocación se traduce a la lucha por los derechos de la ciudadanía, ocupando otros espacios sociales de liderazgo.
FECODE, boletín de prensa del 7 de septiembre 2022
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