Tras 13 años de búsqueda, exhumación en Chocó da esperanza a familiares de desaparecidos

Tras 13 años de búsqueda, exhumación en Chocó da esperanza a familiares de  desaparecidos

Fotos cortesía de la UBPD

El pasado 15 de abril se llevó a cabo la exhumación del cuerpo de Isaac Tuberquia en Curvaradó, un hecho que sus seres queridos esperaron por más de 10 años y que al efectuarse ilusiona a otras personas que tienen familiares desaparecidos.

 “La tierra está enferma y hay que curarla sacando los muertos de donde quedaron”, dice Uriel Tuberquia, uno de los 12 hijos de Isaac Tuberquia, un hombre que desde muy joven trabajó el campo en el departamento del Chocó. 

Isaac solo estudió hasta cuarto de primaria, sin embargo, su constancia y dedicación le permitieron tener para 1996 una finca en Camelias, en Curvaradó, territorio actualmente reconocido como la Zona de Biodiversidad Isaac Tuberquia.

Además de la finca, en el corregimiento de Brisas del Curvaradó, en Carmen del Darién, Isaac tenía una casa, un granero y una cantina. Las labores del campo eran su vida: cosechaba maíz, arroz, yuca y ñame; y desarrollaba labores pecuarias con marranos, gallinas y ganado.

La relación que Isaac mantenía con la comunidad tanto en Camelias como en Brisas del Curvaradó, lo llevó a ser un reconocido líder que ayudó a formar e integró la Junta de Acción Comunal y apoyó la gestión para construir la escuela de este corregimiento. 

Isaac era lo que se conoce como una persona todoterreno, no le bastaba con todo lo que hacía sino que también, debido a sus diestros conocimientos empíricos en animales, ayudaba a los vecinos que tenían animales enfermos y atendía los partos de las vacas. 

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El 10 de octubre de 1996 grupos paramilitares en acción conjunta con uniformados del Ejército Nacional se tomaron el corregimiento de Brisas, un hecho que desembocó en el control armado de estos grupo y desplazó de manera forzada a integrantes de las comunidades de Curvaradó.

Todo lo que Isaac había levantado con esfuerzo se esfumó de un momento a otro. Los paramilitares le robaron la cantina y el granero, lo que lo hizo desplazarse junto a su familia a un lugar conocido como La Cristalina

Allí intentaron hacerle el quite a las dinámicas sangrientas que vivía el territorio hasta que la tarde del 27 de agosto de 1997, cuando se encontraba negociando una ternera en compañía de su amigo Julio Mendoza, fueron acribillados y asesinados en el sector de Camelias.

De acuerdo a información recolectada por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, este hecho fue perpetrado por los paramilitares al mando de alias El Diablo, El Valle y Emerson, en complicidad con la Brigada XVII del Ejército Nacional

En ese momento la familia no tenía claridad sobre lo que había ocurrido y mucho menos sobre lo que pasó con los cuerpos, no obstante, una búsqueda minuciosa les permitió ubicarlos cerca del lugar en el que fueron asesinados, en la finca del señor Jaime Fandiño.

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La exhumación

Durante años, miembros de la Fiscalía, ente que llevaba la investigación del caso, le dieron largas a este proceso. Si bien visitaron el territorio en donde fueron asesinados Isaac Tuberquia y Julio Mendoza, la negligencia no permitió que la exhumación del cuerpo de Isaac se efectuara.

La familia desde el 2008 aseguró que tenía indicios acerca de dónde estaba el cuerpo para se exhumado, sin embargo, no fue sino hasta el 15 de abril, después de 13 años, que se pudo llevar a cabo la exhumación en cabeza de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la familia Tuberquia e integrantes de la Comisión de Justicia y Paz.

exhumacion 1

Para Jhonathan Orozco, defensor de derechos humanos de la Comisión de Justicia y Paz, este evento es un gran avance que contó con una gran investigación previa.

«Como Justicia y Paz marcamos un hito acá en el Bajo Atrato porque son los primeros restos que se recuperan en el Plan Regional del Bajo Atrato y ha sido un trabajo muy arduo porque hemos recolectado información de mucho tiempo con coordenadas y con mapas incluso antes de que la JEP lo reportara el grupo agroambiental ya se tenía todo identificado. Se enviaron videos que se recogieron en 2020 durante la Ruta de la Verdad con la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad. Se envió mucha información y todo ese acopio fue mucho esfuerzo».

Jhonathan Orozco, defensor de derechos humanos de JyP.

El defensor de derechos humanos manifestó que la idea es que este tipo de exhumaciones luego se puedan hacer en otros territorios colectivos como Jiguamiandó y en La Larga Tumaradó, donde también se han denunciado sitios de inhumación.

Por otra parte, para Mariela Tuberquia, madre de Isaac, fueron 13 años tortuosos en los que a pesar de tener pistas de dónde estaba el cuerpo de su hijo, no podían hacer nada. La impotencia, según asegura, era tremenda.

«Sí cumplieron pero como el dicho: más vale tarde que nunca. Cumplieron pero muy tarde, fue poco lo que encontraron de los restos. Estuvo una vez Fiscalía por ahí, nosotros esperando que volvieran y no volvieron, ya nos tocó fue a la familia bregar a ver donde lo encontraban hasta que hallaron el cuerpo»

Mariela Tuberquia, madre de Isaac.

Sin lugar a dudas, los entes encargados de llevar a cabo la investigación y posterior exhumación del cuerpo, no trabajaron al ritmo que debieron hacerlo. Si bien el caso pasó a la Jurisdicción Especial para la Paz en el año 2019, algo que alentó a los familiares, la exhumación se demoró un par de años más, lo que Mariela, Uriel y demás familiares cuestionan.

Lea acá el informe publicado por la JEP sobre esta exhumación y la de dos cuerpos más.

«Como Jurisdicción Especial para la Paz, se celebra la exhumación del cuerpo del señor Isaac. Si bien hay que agotar los ejercicios de identificación propios de medicina legal, es importante este primer ejercicio. En el marco de las medidas de cautela que se han decretado por el Caso 04 y por la misma investigación de la situación territorial del Urabá, sin duda es un primer paso para poder ampliar acciones de esta naturaleza que van a permitir reconstruir efectivamente y resarcir principalmente los derechos de las víctimas y poder calmar esos desasosiegos que se generan con esta realidad de las inhumaciones y de los restos que no han tenido un destino como esperan los familiares».

Señaló un profesional adscrito al despacho relator de la situación territorial de la región Urabá, Caso 04 de la Sala de Reconocimiento de la JEP.

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¿Qué se viene tras la exhumación?

Con el caso de Isaac ahora se va a hacer un cotejo del ADN con la intención de identificar si los restos hallados sí pertenecen a él. Este proceso con Medicina Legal que puede ser de 3 a 6 o 7 meses.

En términos generales, este caso es una muestra que probablemente va a permitir que otras personas se animen a contar sus casos cercanos de desaparición forzada, que no han sido atendidos y otros que no han sido denunciados por temor o porque consideran que no vale la pena someterse a esos esfuerzos tan complejos.

A pesar de lo tedioso del proceso, la familia Tuberquia asegura que este evento les permite descansar luego de 13 años en los que este tema todo el tiempo les rondaba la cabeza, una situación sobre la que no podían hacer mucho al respecto.

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