Tercera Cumbre Nacional de Mujeres y Paz. Fotografía cortesía.
Entre este 3 y 4 de febrero se llevó a cabo la Tercera Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, el encuentro contó con la participación de 100 lideresas, defensoras de derechos humanos y víctimas del conflicto armado. Dentro de las conclusiones de las asistentes, el mensaje al Gobierno Nacional fue claro, «las mujeres ya han cumplido y es hora de que el Estado cumpla» con su responsabilidad en la implementación integral del Acuerdo de Paz.
Esta Cumbre, inició en el año 2016 y es la alianza de ocho organizaciones de mujeres que siguen reafirmando su compromiso con la construcción de paz. Este año, la tercera versión se presenta tras el cumplimiento de los cinco años de la firma del Acuerdo de Paz y pone en contexto la situación de violencia actual.
Dentro de las peticiones de las mujeres, se exigió al Gobierno salvaguardar la vida de los y las defensoras de DD.HH, de líderes y lideresas sociales y de excombatientes para hablar de una paz real y duradera. A su vez, las participes le solicitaron a los grupos armados cesar las hostilidades que afectan mayoritariamente a la población civil y particularmente a las mujeres.
«Reafirmamos la necesidad de que el Estado y el ELN (Ejército de Liberación Nacional), y otros grupos armados, avancen en compromisos humanitarios, en diálogos de solución política negociada al conflicto armado interno y lleguen a acuerdos definitivos que contribuyan a una paz completa y al buen vivir del pueblo colombiano (…) Que, para el logro de una paz estable y duradera, es necesario el cumplimiento del punto 3.4.3. del Acuerdo Final de Paz, respecto a la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad para el desmantelamiento de las organizaciones y conductas criminales responsables de homicidios y masacres, que atentan contra defensores/as de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos o que amenacen o atenten contra las personas que participen en la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz».
Manifiesto Tercera Cumbre Nacional de Mujeres y Paz.
Frente a la violencia perpetrada durante el Paro Nacional, las mujeres manifestaron recientemente que rechazan el «uso innecesario, excesivo y desproporcionado de la fuerza», también, expresaron que la militarización de los territorios sigue siendo parte de la ausencia estatal y no aporta a los territorios.
«la continua militarización de los territorios rurales y campesinos; la estigmatización contra líderes, lideresas, defensoras/es de derechos humanos y contra la protesta pacífica de personas jóvenes, mujeres, sindicalistas y sectores sociales y populares por parte del gobierno colombiano, de funcionarias y funcionarios y de sectores de la sociedad; así como el uso innecesario, excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de agentes de la Policía Nacional, su Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y el Ejército, atentan contra el derecho a la vida, la participación, la protesta pacífica e incrementan el riesgo para las personas firmantes de la paz y para quienes trabajan por la defensa y promoción de los derechos humanos y del territorio».
Manifiesto Tercera Cumbre Nacional de Mujeres y Paz.
Resistencia femenina ha sido clave en la construcción de paz
Pese a que, según las cifras presentadas en la Tercera Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, «no se registran avances significativos en la implementación en compromisos como la inclusión productiva de las mujeres e inclusión laboral en áreas no tradicionales», las mujeres también recordaron su papel en la construcción de paz, «gracias a la resistencia activa de las mujeres en sus territorios y a sus acciones de construcción de paz, se ha sostenido la implementación del Acuerdo Final de Paz a pesar de un contexto adverso y el incumplimiento a lo pactado por parte del Estado».
Dentro de las peticiones de las mujeres, está además del cumplimiento estatal, el compromiso con las mujeres, «requerimos la garantía del derecho a la vida digna y a la integridad personal y sexual para continuar exigiendo el cumplimiento integral del Acuerdo Final de Paz; la ampliación de la democracia a favor de las mujeres; y el goce efectivo de nuestros derechos a la verdad, la justicia y la reparación y la garantía de no repetición».
La Cumbre también pidió que durante este periodo electoral, los ciudadanos en general puedan ejercer su derecho y deber la voto y así mismo, las mujeres que padecen además por las violencias por su condición de género y las brechas económicas y sociales, también puedan hacerlo en lo territorios.
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