El 26 de enero diez chamanes y sabedores de Colombia y Ecuador hicieron un llamado a organismos nacionales e internacionales para que se garantice la protección de los conocimientos tradicionales y se regule el uso de medicinas ancestrales como el Yagé.
El comunicado se hace en vocería de organizaciones de pueblos indígenas, autoridades políticas y espirituales del pueblo Siona, Inga, Coreguaje, Kamentsá-Biya y Cofán, quienes denunciaron «la apropiación, el abuso y la comercialización indebida de la planta sagrada del yagé, y de tradiciones, prácticas y saberes que ponen en riesgo los derechos fundamentales de los pueblos indígenas».
Ademas señalaron, que empresas como la Escuela Ayahuasquera Europea, Inner Mastery a cargo de Alberto Varela, y Verein Sol Jaguar de Antonio Valverde, «siguen comercializando la medicina de yagé y difundiendo malas-prácticas, poniendo en riesgo la salud de pacientes«. (Le puede interesar: https://www.contagioradio.com/amerisur-pone-riesgo-la-pervivencia-del-pueblo-ziobain/)
Una lucha que se mantiene a través de los años
Por medio del comunicado afirmaron que esta expropiación de su conocimiento viene desde hace más de 500 años, «hoy día seguimos colonizados e invadidos, grupos armados, narcotraficantes, acaparadores de tierras, multinacionales mineras, entre otros, siguen amenazando la supervivencia de nuestros pueblos».
Ricardo Puentes, experto en medicinas tradicionales, señaló que la patente del yagé la tenía Loren Miller, un estadounidense desde 1.986, hasta que en 1.999, el abuelo mayor y cacique Cofan Querubín Queta, fue a la oficina de patentes en Estados Unidos y reclamos sus derechos como guardián de esta planta sagrada, «gracias a sus argumentos y leyes que los cobijan como pueblo indígena, los pueblos pudieron recuperar la libertad de esta medicina», sañaló Puentes.
Y agregó que este comunicado no hace referencia a una reclamación por parte de los pueblos para apropiarse de este medicamento, «el Yagé no es propiedad intelectual ni material de nadie, los pueblos indígenas reclaman la libertad de esta medicina ancestral, ellos son guardianes y defensores, no dueños».
La adicción al Yage
Puentes aclaró a la luz de las afirmaciones de los chamanes que un fenómeno mercantilista ha generado una apropiación de los conocimientos e imagen de los sabedores ancestrales, «El objetivo de estas personas es buscar ganancias a toda costa, poniendo en riesgo la salud espiritual e incluso, hasta la vida de sus propios pacientes».
En los últimos años en Colombia diferentes personas se han acercado al yagé desde la curiosidad y el desconocimiento que termina en algunos casos en la muerte de quienes realizan esta practica, «hay muchos que no poseen sabiduría, no conocen la planta pero realizan ceremonias asumiendo indebidamente el rol de médicos tradicionales«, señaló el comunicado.
Ejemplo de esta popularidad, así como el mal uso de este medicamento, según Puentes es «la creación de una clínica de reposo hace casi 8 años en Francia, especializada en el tratamiento de personas con adicción al yagé ayahuasca«, y agregó que se ha evidenciado casos donde personas externas a la comunicad indígena ingieren este medicamento hasta dos veces al día durante la semana.
Medicina sagrada
En el comunicado los sabedores afirmaron que gracias a esta medicina han logrado sanar «enfermedades de comuneros y comuneras y proteger su territorio y la vida de sus líderes y lideresas». (Le puede interesar: https://www.contagioradio.com/la-costumbre-de-hacer-criticas-sin-fundamento-el-caso-de-la-coca/)
«El yagé no es un alucinógeno y no es una planta psicodélica. El yagé es una planta que posee un espíritu vivo y que nos enseña cómo vivir en paz y en armonía con la Pacha Mama»
Según comunicado
Por otro lado Puentes resaltó que así como cualquier comunidad científica o de expertos, «los médicos indígena tienen que cumplir normas rigurosas y trabajar en conjunto con normativas espirituales reflejadas en varios documentos ancestrales» , y añadió que el proceso para adquirir este conocimiento implica años, incluso toda la vida, «por eso los múltiples errores se han visto han sido en manos de jóvenes inexpertos».
La responsabilidad del uso del Yagé es de todos
El comunicado también agregó que «aquellos extranjeros que consumen el yagé acceden a estos servicios sin darse cuenta que la apropiación y comercialización de nuestras tradiciones genera malas prácticas que dañan delicados equilibrios comunitarios y espírituales».
Además según el experto es una responsabilidad que también recae en sobre las entidades del Estado, «este es una caso que debe hacerle seguimiento el Ministerio de Salud, quien debe garantizar y regular el uso de medicamentos populares en la comunidad Colombiana».
Por último los voceros indígenas hacen un llamado a todas las personas interesadas en este ritual «a no poner en riesgo su salud participando de estas actividades comerciales y a respetar los procesos culturales y sociales de resistencia de los pueblos indígenas».