Foto: Noticias UNO
En un video de cerca de un minuto de duración, la Senadora del Partido Comunes, Sandra Ramírez se disculpó por las declaraciones entregadas a una emisora este 22 de Septiembre, en las que se refiere a las condiciones de retención de las personas que se encontraban en poder de las FARC. las declaraciones causaron una serie de rechazos, tanto el gobierno como integrantes de partidos de derecha nacional, que no dudaron descalificar a la senadora.
En el video Ramírez asegura que nunca tuvo la intención de denigrar la dignidad de las personas en poder de las FARC y ofreció disculpas pues sus palabras podían herir la sensibilidad de quienes sufrieron este flagelo. Además aseguró que por este tipo de delitos que han causado tanto daño, ellos y ellas y todos los integrantes de FARC están aportando verdad y están dispuestos a asumir las tareas de restauración de los daños que les imponga el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
«Como firmante de la paz y senadora hoy, soy consciente de los gravísimos hechos, muy dolorosos por cierto, cometidos o que ocurrieron en la guerra. Por eso estamos compareciendo colectivamente en la JEP. Quiero pedir excusas de corazón a las víctimas por mis desafortunadas declaraciones. No fue mi intención. También quiero pedir excusas a las personas que se sintieron ofendidas y reiterar mi compromiso con la paz»
Senadora Sandra Ramírez
Sandra Ramírez llama la atención sobre las condiciones de las cárceles en Colombia
La senadora Sandra Ramírez, había dicho en entrevista radial, que las personas retenidas por las FARC tenían comodidades en la medida de las condiciones que se podían tener en medio de la guerra y en medio de la selva, en comparación con las condiciones de hacinamiento que afrontan las personas privadas de la libertad en las cárceles colombianas «tenemos cárceles para 80.000 personas y tenemos hoy 123.000 personas».
Lastimosamente la atención por sus declaraciones no se centró en la crisis carcelaria que se afronta en el país, en la que estaciones de policía y otros establecimientos están por encima del 500% de hacinamiento y las condiciones sanitarias de las personas privadas de la libertad no son las adecuadas para afrontar la pandemia y otras situaciones propias de las condiciones de reclusión.
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