Nicolás Maduro. Fotografía Getty Images.
El pasado martes 17 de mayo el gobierno norteamericano, encabezado por Joe Biden, anunció que flexibilizará algunas de las sanciones impuestas contra Venezuela en 2017 por el precedente ejecutivo de Donald Trump, para que reinicien los diálogos de negociación entre Maduro y su oposición.
Las sanciones incluían la prohibición de comercializar bonos del tesoro venezolano en mercados financieros estadounidenses o hacer negocios con PDVSA (Petróleos de Venezuela, S.A), la compañía petrolera estatal venezolana. Además, estaban dirigidas a congelar las cuentas bancarias en EE. UU. de funcionarios venezolanos.
Un alto funcionario de la administración estadounidense declaró que las sanciones serán aliviadas como “resultado de un acuerdo de ambas partes para volver a las conversaciones, que deberían anunciar muy pronto”. La referencia es a los diálogos llevados a cabo en México entre la oposición venezolana, liderada por Juan Guaidó, y el gobierno de Nicolás Maduro, que se produjeron de agosto a octubre del año pasado y que fueron suspendidos por la extradición a Estados Unidos del supuesto testaferro de Maduro, el barranquillero Alex Saab.
Una de las consecuencias más importantes de esta decisión será que la empresa petrolera Chevron, única compañía estadounidense que sigue en Venezuela, podrá reanudar los diálogos con PDVSA para futuros negocios.
«El Tesoro, con la ayuda del Departamento de Estado, emitió una licencia limitada que autoriza a Chevron negociar los términos de las posibles actividades futuras en Venezuela. No permite la celebración de ningún acuerdo con PDVSA ni ninguna otra actividad que involucre a PDVSA o al sector petrolero de Venezuela«, afirmó el funcionario norteamericano.
El lunes 16 de mayo Joe Biden también anunció otro cambio de ruta al permitir nuevamente conexiones de vuelos comerciales entre Estados Unidos y Cuba, muchos de los que habían sido suspendidos durante los cuatro años (2017 – 2021) de Donald Trump.
La esperanza es que la flexibilización de las sanciones en contra de Venezuela sea un nuevo intento por dar solución a la crisis política, económica y social que azota al país con las mayores reservas de crudo del mundo.
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