Bebé indígena murió ante ausencia de garantías en el Parque Nacional de Bogotá. Fotografía ilustrativa Leonel Cordero.
Pese al tiempo que ha pasado, la comunidad Indígena Embera asentada en el Parque Nacional, sigue sin soluciones por parte de la alcaldía de Claudia López y el Gobierno de Iván Duque. Este 28 de noviembre, líderes y lideresas de los más de diez Pueblos que se encuentran en la ciudad de Bogotá, denunciaron que, ante la ausencia de atención y las pésimas condiciones en las que están habitando, murió un bebé de tres años.
Aunque las familias indígenas, han transitado un largo camino en la capital del país e implorando el retorno seguro a sus territorios o la reubicación de su comunidad ante las pocas garantías de seguridad, las y los desplazados siguen viéndose forzados a habitar las calles. Pero la estadía empeora aún más con la alimentación deficiente, las lluvias y cambios climáticos fuertes, la falta de enseres y elementos de higiene básicos y la nula atención médica que reciben los y las indígenas.
Desde que las familias se asentaron en el Parque Tercer Milenio, varios sectores de derechos humanos, alertaron sobre el riesgo que existía para los más pequeños, los adultos mayores y las mujeres en embarazo, sin embargo, la comunidad que dialogó con la administración distrital, continuó sin recibir respuestas reales e incluso fue víctima del accionar desmedido del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), que buscaba desalojarlos.
María Nubia Queregama Tanigama, madre de Yhosquin Murry Queregama, el bebé indígena muerto, causó conmoción en las redes sociales, que cuestionaron al secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez, quien afirmó que el menor no fue atendido de manera oportuna ante las negativas de la familia. El secretario incluso afirmó que, la comunidad asentada en la intemperie y en cambuches de plástico no ha querido reubicarse en el parque la Florida, donde tendrían mejor atención.
La comunidad indígena manifestó que la ausencia estatal sigue presente y que no saben cuántos niñas y niñas deben morir para que finalmente les den una solución.
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