Este jueves se conoció qué por lo menos 18 candidatos a la Curul de Paz de Cesar, Magdalena y la Guajira se ven obligados a renunciar a su candidatura, dados los obstáculos que, tanto el CNE, como el gobierno Duque han puesto a su aspiración de representar a las víctimas en esa región del país.
La información fue dada a conocer por la periodista Diana Zuleta y se formalizaría con una carta de los candidatos y candidatas, dirigida al CNE, en la que también expresan los obstáculos como falta de acceso a avales de partidos independientes a los clanes políticos de la Costa y falta de financiación estatal para sus candidaturas.
Los más de 18 candidatos que se han visto obligados a renunciar se habían encadenado en protesta por estas situaciones, sin embargo, no hubo respuesta por parte de las autoridades y tampoco se facilitaron las condiciones que por ley, le corresponden a las víctimas para tener representación en el Congreso.
¿Una curul de Paz para los herederos del paramilitarismo?
En contraste, una de las candidaturas que si ha contado con todas las garantías, es la de Jorge Rodrigo Tovar, hijo de Jorge 40, reconocido paramilitar, que según varias denuncias de organizaciones de la región, ha recuperado el control de los grupos armados que han hecho presencia histórica y que han dejado una estela de víctimas que aún no reciben verdad o reparación integral.
Tovar, cuenta con el aval del Clan Gnecco, y además habría sido financiado con otros recursos de las víctimas, como el arrendamiento de uno de los edificios estatales, además de contar con el respaldo de alcaldes locales y funcionarios del nivel ministerial y de las unidades de víctimas, cómo se ha denunciado ampliamente.
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