Foto: Julian Assange/ AP
En medio del proceso que se adelanta en contra del fundador de Wikileaks, Julian Assange, este 4 de enero se conoció sobre el rechazo de la petición d extradición de Estados Unidos que habría supuesto para Assange el inicio de un proceso penal en el que podría ser condenado hasta a 175 años de cárcel y un duro golpe para la libertad de prensa en el mundo. (Lea también: Julian Assange enfrentó al poder oculto: Noam Chomsky)
Julian Assange, quien se encuentra detenido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres tras ser arrestado en abril de 2019 en la embajada de Ecuador, donde permanecía refugiado desde 2012; es acusado de 18 cargos, incluyendo el hackeo a bases de datos del ejército de Estados Unidos, lo que puso al descubierto 700.000 documentos sobre crímenes de guerra cometidos por las Fuerzas Militares en Irak y Afganistán, detenciones extrajudiciales en la prisión de Guantánamo y cables diplomáticos que revelaron abusos de derechos humanos en todo el mundo.
Aunque se dictaminó que Assange tendría un «juicio justo» en caso de extradición, una jueza británica rechazó la solicitud de Estados Unidos para extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y dictaminó que tal medida sería «opresiva» debido a su salud mental.
Salud mental de Julian Assange está en riesgo
A través del dictamen, la corte penal de Old Bailey consideró que el hombre de 49 años podría quitarse la vida, advirtiendo que dichas probabilidades aumentarían de ser procesado en Estados Unidos, donde sería retenido en condiciones de confinamiento. «La impresión general es de un hombre deprimido y algunas veces desesperado, que teme de su futuro», alertó la Corte.
«Al enfrentar condiciones de aislamiento casi total sin los factores de protección que limitaron sus riesgos en HMP Belmarsh, estoy convencida que los procedimientos descritos por EE.UU. no evitarán que el señor Assange encuentre una manera de suicidarse y por esa razón he decidido que la extradición sería opresiva por causa de daño mental», determinó la la jueza Vanessa Baraitser.
«Encuentro que la condición mental del Sr. Assange es tal que sería opresivo extraditarlo a Estados Unidos»
Para septiembre de 2020, el experto en psiquiatría Michael Kopelman explicó que había detectado «depresión severa» y «síntomas psicóticos» en Assange, incluidas alucinaciones auditivas en su celda. A su vez, Nils Melzer, relator especial de la ONU sobre tortura ha agregado que Assange fue víctima de tortura psicológica al ser aislado e intimidado, concluyendo que esto ha significado «un ataque contra el periodismo y contra el poder de los ciudadanos».
Aunque la Fiscalía británica, que representa en este caso a la justicia estadounidense apelara el fallo en un plazo de 14 días, la jueza de primera instancia deberá decidir si deja a Assange en prisión preventiva o si el director de Wikileaks es puesto en libertad.