Son varios los testimonios de los sobrevivientes que han develado la crueldad con la que el ejército llevó a cabo la masacre de, por lo menos, nueve civiles en el municipio de Puerto Leguízamo en Putumayo el pasado 28 de marzo. Además, los sobrevivientes estarían siendo presionados para firmar con huella documentos en blanco que les está entregando el ejército nacional.
A Contagio Radio fueron allegados varios testimonios que dan cuenta de que la situación está lejos de terminar para las familias y las víctimas de las FFMM, dado que en los hospitales en los que están siendo atendidos por personal médico tienen que soportar el acoso por parte de efectivos militares que a cambio de frutas y medicamentos, les están pidiendo su firma o su huella en papeles de los que no se sabe el uso que les darán.
Según han advertido varias personas, además de la masacre también se cometió el delito de desaparición forzada contra varias personas. Sobre este tema no se ha podido establecer el número o la identidad de los desaparecidos ya que las FFMM mantienen el control y pretenden impedir el acceso a personas o defensores de DDHH a la vereda «El Remanso».
Hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial de las denuncias por parte del Ministerio de Defensa o del gobierno, que fueron quienes expusieron un presunto golpe a las estructuras de los llamados Comandos de Frontera.
Sin embargo, son varias las voces que siguen exigiendo explicaciones a las FFMM y al Ministerio de Defensa para que se aclaren los hechos y se asuman las responsabilidades penales y políticas del caso. Además, hay algunas voces que aseguran que Diego Molano debe renunciar y permitir que se adelanten las investigaciones pertinentes.
Lea también: Puerto Leguízamo sigue bajo asedio militar