Fotografía El Meridiano.
Siguen las arremetidas en contra de la Fuerza Pública, producto de un supuesto “plan pistola” perpetrado por la estructura paramilitar “Clan del Golfo”, la que está llevando a cabo una campaña de ataques a uniformados y para la que estarían pagando hasta 20 millones de pesos por policía asesinado.
El último hecho se produjo el pasado miércoles 27 de julio en el municipio de San Pablo, sur de Bolívar. Hombres armados, al parecer del Clan del Golfo, atacaron a una camioneta de la Policía Nacional que estaba realizando operativos de control. En el enfrentamiento seis uniformados resultaron heridos, mientras que una patrullera, Leidy Sánchez Montoya, perdió la vida.
Los integrantes de la Fuerza Pública que sobrevivieron al ataque fueron identificados como: subintendente Fabio Ramírez y los patrulleros Ximena Araque, María Santamaría, Jenifer Villarreal, Lucila Pérez, PT. Carlos Navarro.
En la zona, además, se señaló que se están llevando a cabo combates entre el Ejército Nacional y el Clan del Golfo, exactamente en la vía que comunica a San Pablo con Simití.
Según la reconstrucción de El Espectador, los departamentos de Chocó, Antioquia, Córdoba y Sucre están en máxima alerta por las acciones violentas del Clan del Golfo. La estructura paramilitar sería responsable de 15 ataques a la Fuerza Pública en tan solo un mes, los que dejaron un saldo de una decena (11) de uniformados asesinados. Antioquia es la región más afectada por este patrón criminal: en 2022 fueron asesinados 9 policías.
En todo el año los integrantes de la Fuerza Pública que perdieron la vida de manera violenta fueron 36, de los que, como señala la Policía, 15 fueron producto de operaciones del grupo armado antes mencionado.
Sobre la situación se expresó el presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, INDEPAZ, Camilo González Posso:
Una situación gravísima la de la operación pistola y los asesinatos que ya suben a varias decenas de policías. Eso requiere a todo nivel, de manera inmediata, desatar una verdadera solidaridad ciudadana de repudio a esto tipo de prácticas. Lo segundo, por supuesto, tiene que haber una labor de contención de la Fuerza Pública, la inteligencia, que tienen que armar un plan especial frente a esas acciones y esos grupos. En tercer lugar, la otra estrategia llama de conjunto más de fondo frente a las estructuras macrocriminales, como el Clan del Golfo y otras, que incluya desde el sometimiento a la justicia, hasta políticas frente a la población de las regiones y, por supuesto, medidas estructurales de fondo para asfixiar la dinámica de estos grupos macrocriminales.
24 horas antes del hecho que produjo la muerte de la patrullera Leidy Sánchez Montoya, específicamente el pasado martes 26 de julio, otro ataque explosivo fue dirigido contra integrantes de la Fuerza Pública, esta vez en el municipio de La Gloria, Cesar, en donde 2 uniformados resultaron heridos.
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