Foto: Archivo
28 Feb 2019
La Oficina Internacional de Derechos Humanos – Acción Colombia (OIDHACO) expresó su preocupación frente a la presencia y enfrentamientos entre actores armados en las cuencas de Jiguamiandó y Curvaradó, en Chocó. Específicamente ante los sucesos de las últimas dos semanas en las que registraron múltiples incursiones de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y del ELN en dichas Zonas Humanitarias del Bajo Atrato, amenazando y sitiando a las comunidades.
A través del comunicado, la organización advierte que aunque existen numerosas denuncias por parte de las comunidades rurales y de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (CIJP), el Estado no ha ofrecido las garantía de seguridad y prevención a la población civil, lo que evidencia la expansión del control territorial de las AGC y del ELN en el Bajo Atrato; tal situación se da en medio de un proceso de restitución de tierras estancado. (Le puede interesar: Paramilitares de AGC intentan asesinar a líder en Zona Humanitaria de Jiguaminadó, Chocó)
La compleja situación del Bajo Atrato
La red, en la que están incluidas más de 30 organizaciones europeas e internacionales señala que las comunidades de las cuencas de Jiguamiandó y Curbaradó enfrentan un mayor riesgo, al no solo ser receptoras de excombatientes de las Farc, sino que paralelamente aportan con información y testimonios ante los mecanismos del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No-Repetición. (Lea también Paramilitares están retomando el Bajo Atrato)
Ante dicha situación, la Oficina Internacional de Derechos Humanos ha solicitado a la Unión Europea y en particular a las naciones de Suiza y Noruega instar al Gobierno para convocar una misión civil y humanitaria de verificación, avanzar en el esclarecimiento e investigaciones de los crímenes cometidos en la región y darle celeridad a las denuncias con respecto a los planes de atentado en contra de integrantes de la CIJP y los líderes y lideresas de la región.