Foto: Oliverio Conejo/ Consejo Regional Indígena del Cauca
Autoridades del Consejo Regional Indígena del Cauca informaron la noche de este 11 de septiembre sobre el asesinato de Oliverio Conejo, coordinador del programa de salud del Pueblo Totoroez y su hija Emily Conejo de 22 años en zona rural de Chuscales en el municipio de Totoró al oriente del departamento en la Transversal del Libertador que comunica Popayán e Inzá.
Según relatan habitantes del sector, los hechos sucedieron mientras el coordinador se desplazaba junto a su hija en su automóvil en dirección un ritual de sabiduría ancestral cuando sujetos armados que se desplazaban en una motocicleta los interceptaron y les dispararon con arma de fuego en múltiples ocasiones.
Oliverio Conejo era un destacado dirigente del Pueblo Totoroez quien había ocupado diversos cargos tanto a nivel local como zonal y regional, mientras al interior del cabildo se desempeñaba como coordinador del programa de salud, donde venía liderando iniciativas para proteger a la comunidad indígena de la Covid-19. (El silencio frente al exterminio de los líderes sociales en época de pandemia)
Aunque la Guardia Indígena, el programa de Derechos Humanos del CRIC, y comunidades campesinas de la zona ya activaron operativos para recopilar información y localizar a los autores de los hechos, hasta el momento se desconocen los móviles del ataque. (Lea también: 971 defensores de DD.HH. y líderes han sido asesinados desde la firma del Acuerdo de paz)
Para el mes de mayo, desde la Defensoría del Pueblo se había enviado un documento a Jorge Isaacs Hoyos, comandante de la Tercera División del Ejército – con jurisdicción en Valle del Cauca, Nariño y en específico en Cauca – solicitando una “intervención urgente ante las autoridades correspondientes» con el fin de proteger a las comunidades indígenas que afirmaban, encontrarse en medio del conflicto armado entre el Ejército y las disidencias de las FARC y diferentes actores armados ilegales.