Foto: Portafolio
Un gobernador ex militar, vinculado en los crímenes conocidos como los falsos positivos, mayor militarización anunciada por el gobierno Duque, la guerrilla del ELN aceptando que está en ofensiva y un frente 10 de las FARC respondiendo con más guerra, son los ingredientes que sumen en la crisis a los habitantes del departamento de Arauca en uno de los episodios más violentos de los últimos años y que ha dejado más víctimas.
En primer lugar, las comunidades campesinas y víctimas de la guerra expresaron su desacuerdo con el nombramiento del General (r) Alejandro Navas, pues su vinculación con los crímenes conocidos como los «falsos positivos» en Dabeiba y otras zonas de su jurisdicción lo tienen como vinculado al proceso que adelanta la JEP.
Adicionalmente, los anuncios acerca de más militarización al departamento, a pesar de que se ha demostrado la ineficiencia de esa medida, aumentan los riesgos contra la población civil, que muchas veces ven que las FFMM se suman al grupo de victimarios que enfrentan. De hecho, en las últimas horas se han conocido serias denuncias sobre violaciones de DDHH por parte de efectivos militares.
Por otra parte, el ELN en un comunicado publicado este 3 de enero aseguró que se vieron en la necesidad de aumentar su ofensiva en contra del frente 10 de las FARC que también opera en la zona, pues, según ellos, esa estructura estableció una alianza con otros actores para afectar a la población civil y debilitar el control militar en zonas controladas por la guerrilla.
Además aseguraron que hay un frente conformado por estructuras militares y de inteligencia de EEUU para operar en la frontera con Venezuela al que se suman la CIA, la DEA y los frentes 28 y 45 de las FARC comandados por «Arturo» uno de los desmovilizados de la guerrilla en esa región.
Por su parte, la guerrilla de las FARC emitió otro comunicado en el que aseguran que el ELN está aliado con el gobierno nacional para atacarlos y menguar su capacidad militar. En el comunicado en video, agregan que por ello van a seguir defendiendo a la población civil de los ataques de las estructuras del ELN.
Por su parte la organización de DDHH Comisión de Justicia y Paz, aseguró que en Arauca se expresa el fracaso de la seguridad democrática y su legalidad «perfeccionada», una paz incumplida y una paz dialogada incompleta. Militarizar para dar respuesta a las demandas sociales y ambientales, a la injusticia histórica es volver a lo de siempre, violencias sin fin.
Así mismo las comunidades de Somos Génesis aseguraron «Respaldamos sus iniciativas y jornadas por el derecho a la Paz, por el respeto a la vida, estamos con ustedes. Sus mensajes, los que hemos escuchado a través de los medios de comunicación y sus comunicados, expresan, lejos del odio la disposición a ser escuchados y a que escuchen a quienes están en armas.»
Agregan que los acuerdos humanitarios, las movilizaciones por la paz y la búsqueda de la reapertura de los diálogos de paz con el ELN son las salidas por las cuales ellos y ellas han apostado y se configuran como la única salida a los espirales de violencia en Colombia.
Lo cierto es que son más de 25 personas asesinadas y se calculan 50 personas desaparecidas. Las agresiones contra la población civil continúan y la respuesta del gobierno es alimentar la guerra con la militarización.
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