Foto: Pacifista
Este viernes la Sección de Apelaciones de la Jurisdicción Especial de Paz, declaró que la Masacre de San José de Apartadó en la que fueron asesinadas 8 personas, 4 de ellas menores de edad, en febrero 21 y 22 de 2005, es un crimen de guerra y un crimen de Lesa Humanidad.
La decisión fue tomada luego de que el Coronel Orlando Espinosa Beltrán, solicitara la preclusión de la investigación en el tribunal de Paz para que las investigaciones no siguieran su curso y las decisiones de la justicia ordinaria quedaran en firme, al contrario de lo que busca la justicia restaurativa, que además exige la verdad sobre los hechos como un derecho fundamental de las víctimas.
Beltrán, excomandante del Batallón de Infantería No. 47, fue hallado culpable por los delitos de homicidio en persona protegida, actos de barbarie y concierto para delinquir agravado. En consecuencia, la JEP indicó que este crimen no prescribe y fue reclasificado para que las investigaciones y los derechos de las víctimas sean satisfechos.
«Homicidio en persona protegida y de concierto para delinquir agravado que se le imputan al señor Orlando Espinosa Beltrán con ocasión de la masacre contra integrantes de la comunidad de San José de Apartadó como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. En consecuencia, se declara su imprescriptibilidad»
JEP
Según la Corte Suprema de Justicia, que halló culpables de la Masacre a 6 militares condenados a más de 30 años de prisión, esta masacre se pudo concretar con la ayuda y concurso de la Brigada XVII del ejército y en coordinación con paramilitares del Bloque Héroes de Tolová.
Con esta decisión las víctimas esperan que se puedan establecer todas las responsabilidades de las FFMM en la región y en el país, así como las razones que motivaron a la comisión de este crimen. Además se espera que la comunidad sea atendida en sus requerimientos de Reparación Integral y Garantías de No Repetición, en medio de una serie de amenazas y asesinatos contra otros miembros de la comunidad recientemente.
Masacre de San José de Apartadó, SIN OLVIDO
El 21 de febrero de 2005, en la vereda Mulatos Medios, corregimiento de San José de Apartadó, Antioquia; fue escenario de una cruel masacre donde sus pobladores fueron víctimas y testigos de torturas y brutales asesinatos que quedaron para siempre plasmadas en su memoria.
Paramilitares miembros del Bloque Héroes de Tolová, con ayuda de militares del Ejército nacional, incursionaron en el corregimiento e ingresaron por la fuerza a la casa de Luis Eduardo Guerra, reconocido líder de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. Luis Eduardo, junto con su hijo Deyner Andrés Guerra, de 11 años, y Bellanira Areiza fueron asesinados con machetes y sus cuerpos sin vida dejados a las afueras del corregimiento. Posteriormente, asesinaron a Alfonso Bolívar Tuberquia junto con su esposa Sandra Milena Muñoz y sus hijos Natalia y Santiago de 5 y 2 años respectivamente, quienes según los comandantes alias “Cuatro Cuantro”, “Makeison”, “Aguila 6” y “Cobra”, del escuadrón paramilitar afirmaron que, “en el futuro serían una amenaza guerrillera si los dejaban vivos”. También acabaron con la vida de Alejandro Pérez, un trabajador de la zona.
Estos hechos fueron utilizados como excusa para que el entonces presidente de la República Álvaro Uribe Vélez ordenara mayor cubrimiento policial y militar en esa zona donde hacia años no existía la circulación de armas, puesto que desde 1997 la comunidad se había declarado neutral ante la presencia paramilitar y guerrillera. Tras la militarización de la zona, las familias de la Comunidad se vieron obligadas desplazarse, abandonando todo lo que habían construido. Tomado de Comisión de Justicia y Paz.
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