El 15 de noviembre ha sido un día particularmente sensible para Cuba. Esta fecha había sido la indicada por el Gobierno cubano para la reapertura de muchas actividades clausuradas debido a la pandemia. Desde el lunes de hecho las escuelas reabrieron sus puertas y el turismo reanudó su actividad.
El mismo día también había sido escogido por la oposición cubana, para una marcha que tenía que ser la mayor manifestación contra el gobierno desde el pasado mes de julio. La plataforma virtual Archipiélago, liderada por el activista Yunior García Aguilera, fue la promotora de la marcha.
El Gobierno cubano sin embargo había prohibido la marcha, declarándola ilícita. Fundamentó su decisión en el hecho que la misma tenía la clara intención de promover un cambio de sistema político en Cuba, en violación de la Constitución.
Los antecedentes de la marcha
El 10 de noviembre, el Ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parilla había ofrecido una presentación ante el cuerpo diplomático de la nación. Denunció lo que se estaba planteando contra la mayor de las Antillas el 15 de noviembre. “No vamos a permitir que la agresión organizada desde el exterior vaya a echar a perder el momento alegre de nuestro pueblo. Con estricto apego a nuestra Constitución, se defenderá el orden que refrendamos de manera masiva”. Estas han sido algunas de sus palabras en relación a la coincidencia de la marcha con las reaperturas post-pandemia.
La declarada ilicitud de la manifestación hizo que ya a partir de dos días antes de la fecha, patrullas de las fuerzas del orden comenzaran a vigilar las casas de los principales líderes del movimiento, impidiéndoles salir de sus casas. Algunas personas el lunes trataron igualmente de manifestar, pero con poco éxito.
El testimonio sobre el agente Fernando
La demonstración de la tesis adoptada por el Gobierno cubano acerca de injerencias norteamericanas detrás de los disturbios sociales, están las palabras del doctor Carlos Leonardo Vázquez González. El mismo tachó el promotor de la marcha, Yunior García Aguilera, como “no transparente y sus acciones no son aisladas, ni espontaneas”.
El doctor Vázquez González, asegura que en realidad el agente Fernando de los Órganos de la Seguridad del Estado, participó en septiembre de 2019 en un evento sobre el papel de las Fuerzas Armadas en un proceso de transición. La Universidad norteamericana de Saint Louis fue la patrocinadora del evento, y entre los participantes figuró también Yunior García Aguilera.
“Ese taller obedece a un proyecto llevado a cabo por expertos de diferentes lugares del mundo, porque detrás hay muchas organizaciones financiadas por Estados Unidos para derrocar a la Revolución Cubana, tal es el caso de la Fundación Nacional para la Democracia (NED)”, comentó el doctor. En ese encuentro, donde según el doctor Vázquez González, la mayoría de los participantes eran cubanos periodistas, médicos e historiadores, participó también Felipe González Márquez. Ex presidente del Gobierno de España durante 14 años, el mismo creó en 1983 los Grupos Antiterroristas de Liberación. Otro de los convocados fue Manuel Cuesta Morúa. Desde 2014 trabaja al servicio de la NED. Orquestó los planes provocadores contra las Cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en La Habana, y de Las Américas, en Panamá, en 2015.
Los miembros de Archipiélago reiteraron que la marcha tenía como objetivo exigir que se respeten los derechos de los cubanos, la liberación de los presos políticos y que se solucionen las diferencias por vías democráticas y pacíficas. Sin embargo, como afirmó el doctor Vázquez González «Están convocando a una marcha supuestamente pacífica, pero él sabe –dice, refiriéndose a Yunior– que no es así, porque en el taller paramilitar al que asistimos estaban dos generales. Yunior García Aguilera lo que está buscando es el enfrentamiento de las FAR (Fuerzas Armadas de Cuba) con el pueblo y eso no lo permitiremos», reiteró.
Diferentes entidades políticas internacionales expresaron apoyo a Cuba; el Partido Socialista de los Trabajadores de Croacia condenó los repetidos intentos de desestabilizar a Cuba por parte de Estados Unidos. Así como organizaciones sindicales y políticas francesas, que denunciaron los planes desestabilizadores por parte del país norteamericano.
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