Teófilo Acuña y Jorge Tafur. Fotografía cortesía.
En una rueda de prensa realizada este 25 de febrero de 2022, organizaciones de DD.HH. se pronunciaron sobre el asesinato de los líderes sociales, Teófilo Acuña y Jorge Tafur. El espacio inició con un sentido recordatorio de quiénes eran los dos hombres y cómo el Estado colombiano, con su indiferencia, permitió que hoy Colombia tenga que lamentar su ausencia y la de otros 1.317 líderes y lideresas sociales.
«Teófilo Acuña era un hombre noble, de conversación pausada, como sin tiempos; de sabiduría en la mirada; de callosidad en las manos que, recordaban su procedencia campesina; de sonrisa paz, como la de un niño feliz. Amaba a su familia y nunca separo de ella, a pesar de su injusta detención hace un año y medio», manifestó Sonia Cifuentes de la Asociación Minga.
«Teo también enfrentaba la persecución del Estado colombiano, en el año 2020, junto a los líderes campesinos Robert Daza y Adelso Gallo, fue judicializado por la Fiscalía, y al no tener pruebas, la juez de garantías lo dejó libre. El Estado además de estigmatizarlo y legitimar cualquier agresión contra él, como su mismo homicidio, nunca lo protegió y permitió su asesinato», aseveraron las plataformas de DD.HH. y organizaciones.
Recordando a Tafur, los voceros de la rueda de prensa manifestaron que, «Jorge Alberto Tafur Acuña tenia 66 años de edad, 8 hermanos, era padre de 4 hijos (…) Estuvo detenido por un montaje judicial producto de su labor sindical, al salir de prisión retornó al sur de Bolívar (…) Jorge Tafur era un hombre comprometido con las luchas campesinas, con la consigna por la defensa de la vida y la permanencia en el territorio. Un hombre alegre, siempre fraterno a pesar de las dificultades».
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«El movimiento social y de DD.HH. llora a Teófilo Acuña y Jorge Tafur»
Erika Prieto, lideresa del Congreso de los Pueblos, invitó a que se defiendan la labor de defensa de los derechos humanos, particularmente el de la «Comisión de interlocución del sur de Bolívar, centro y sur del Cesar, sur del Magdalena y los procesos de los santanderes (…) En esta región se viene haciendo un proceso de sustitución de tierras», en el que según sus denuncias se ha evidenciado una relación entre la Fuerza Pública, grupos irregulares y terratenientes o acaparadores de tierra».
«Lo que vemos un ejercicio en el que se viene rompiendo la vida del río Magdalena, una de las arterias vitales de Colombia, eso es lo que protegían Teófilo y Jorge, a eso se dedicaron y por eso los asesinaron (…) Han hecho denuncias del ejercicio paralelo entre el Ejército y el paramilitarismo en esa región (…) «Hemos visto como se han intentado judicializar a nuestros compañeros y compañeras por hacer este tipo de denuncias y cuando no nos logran encarcelar, nos ponen en la mira».
Erika Prieto, lideresa del Congreso de los Pueblos.
Erika Prieto, también señaló que el día 7 de enero solicitaron protección para Teófilo y el día 12 de enero «se hace el análisis de riesgo y no se le brinda ninguna protección y el resultado es este, estamos lamentando la muerte del compañero porque ningún mecanismo de las organizaciones que tenían la responsabilidad de protegerlo por parte del Estado y por el contrario son responsables de habernos señalado y equilibrado con los grupos armados del territorio volviéndolo un objetivo no solo para el Estado, sino para grupos armados».
Por su parte, Alberto Yepes, coordinador del Observatorio de DD.HH. de Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, también manifestó que el Ejército Nacional publicó una fotografía de los líderes, señalándolos como parte de la insurgencia y los más grave sin tener pruebas de ello. «Les pusieron una lápida en el pecho, se les señaló nacional y regionalmente como posibles blancos militares frente a los grupos armados. Se les señaló frente a actores de la muerte que eran personas que merecían ser asesinadas por actividades que nunca fueron probadas».
«Fueron asesinados por cuidar la vida»
La organizaciones manifestaron que este nuevo hecho violento se suma a los otros 29 asesinatos de líderes y lideresas sociales que defienden la vida y los territorios. Alberto Yepes, también hizo una comparación con lo asesinatos de este año y el exterminió de la Unión Patriótica e hizo un llamado al Gobierno Nacional para que «aclare» si se puede o no hacer un proceso que reclame ante administraciones que fallan.
Como mensaje final se insitió en que ser líder o lideresa social no es un delito, en que deben cesar los señalamientos erróneos del Ejército Nacional y las organizaciones deben continuar con la exigencia de un cese al fuego, la instalación del diálogo con grupos armados y justicia dentro de estos homicidios.
«El movimiento social y de DD.HH. llora a Teófilo y a Jorge. Las comunidades de los territorios del Magdalena Medio y del sur del Cesar perdieron a dos de sus mejores hombres a dos seres invaluables, que nunca perdieron el norte en la recuperación de las tierras perdidas en manos de terratenientes, despojados y políticos corruptos (…) Sus vidas fueron apagadas pero su sabiduría y ternura, no sé borraran jamás».
Organizaciones sociales y de DD.HH.
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