Fotografía CRIC.
Este miércoles 12 de mayo, la Minga Indígena se despidió de la Universidad del Valle de la ciudad de Cali en dónde se asentaron temporalmente para proteger las movilizaciones urbanas sometidas a una persecución policial y militar sin precedentes.
Los Nasa regresaron en buses, camiones, y camionetas al territorio ancestral Sath Tama Kiwe en Caldono, Cauca, luego de haber apoyado las expresiones juveniles de la Ciudad de Cali que desde el 28 de abril vienen participando en el Paro Nacional.
La decisión tomada ayer, martes 11 de mayo, durante una asamblea se justificó: » Volvemos al territorio ancestral a armonizar, sanar y quemar lo malo. Vamos a potenciar lo bueno, a sentarnos alrededor de la tulpa, a recibir las orientaciones de los espíritus mayores para seguir caminando este paro nacional».
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) expresó que a pesar de retirarse de Cali, continuaran con su participación en el Paro Nacional desde sus territorios ancestrales.»Hoy la minga regresa al Cauca. Volvemos al territorio ancestral a armonizar, sanar y quemar lo malo. Vamos a potenciar lo bueno, a sentarnos alrededor de la tulpa, a recibir las orientaciones de los espíritus mayores para seguir caminando este paro nacional».
Aida Quilcué, consejera de DDHH de la Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC, manifestó para Canal 2 de Cali, aliado con Contagio Radio, que a pesar de haber sido atacados y tener más de 10 heridos, cumplieron con el propósito de reducir las muertes en la ciudad caleña.
El CRIC también afirmó que la minga se «propuso regar y abonar esa semilla de lucha que estaba sembrada aquí. Lo hizo acompañando la mayor cantidad posible de puntos de resistencia, al son de la danza, las flautas y los tambores. Repartiendo comida en barrios marginales, desenmascarando y aplicando remedio a civiles y militares que infiltraban y vandalizaban el Paro Nacional».
La comunidad Indígena dio las gracias a Cali y los invito a mantener las movilizaciones, además manifestó que «si algo tiene claro la Minga es que los caleños y caleñas buenos, soñadores y luchadores son más».
El arzobispo de Cali, Darío Monsalve, en un comunicado escrito pidió perdón a nombre de la ciudad y de las autoridades de Cali, por las situaciones vividas. «Ustedes son el pueblo esperanza de saber ancestral y aprendizajes de paz para todos”
La manifestación de Monsalve muestra una postura valerosa, indicaron defensores de derechos humanos, ante la solidaridad del Pueblo Nasa atacado por sujetos armados vestidos de civil con apoyo policial y de sectores herederos del narcotráfico.
Agregan los defensores que la Minga indígena cumplió un papel fundamental para llamar la atención de la comunidad internacional ante los abusos de autoridad y violaciones de DDHH de la Policía Nacional contra los jóvenes.
Los defensores también indicaron que el alcalde tomó decisiones erráticas, llamando a la salida de la población indígena de la Ciudad, «seguramente presiones por los tradicionales sectores señoriales y excluyentes de la capital del Valle».