Cerca de 3000 personas, víctimas de desplazamiento forzado han llegado en la última semana al casco urbano de Ituango dadas las amenazas a las que han sido sometidos por parte de grupos paramilitares y por combates en la región. Según algunas autoridades se están presentando combates entre disidencias de las FARC y AGC.
Adicionalmente, durante el fin de semana pasado un nuevo desplazamiento, por cuenta de la ola invernal sumó más de 800 personas a la tragedia de los cerca de 3000 desplazados de 16 veredas que sufrieron amenazas de muerte y por si fuera poco la única carretera que conecta al municipio con el resto del país está gravemente afectada por derrumbes.
Según el Proceso Social de Garantías desde el pasado 21 de julio se vienen presentando una serie de desplazamientos forzados de 303 familias, 794 personas de 8 veredas. A ellas se sumaron varios centenares de personas de otras tres veredas sumando más de 2100 personas desplazadas en la última semana.
Además, recuerdan que a partir de la firma del Acuerdo de Paz, en el municipio de Ituango se han presentado desplazamientos masivos que van desde 23 personas en 2017, 797 personas en 2018, 540 personas en 2019, 863 en 2020, y 1028 en febrero de 2021.
El desplazamiento, la desaparición forzada y las masacres son graves antecedentes de la emergencia en Ituango
Desde que la región se convirtió en el epicentro del Proyecto Hidroeléctrico Ituango, comenzó la tragedia de miles de campesinos y barequeros que vieron cómo sus territorios se llenaron de paramilitares y guerrillas, en disputa por el corredor estratégico en la guerra y el narcotráfico, pero también por el megaproyecto.
Dos de las masacres que se presentaron en la región, son la masacre del Aro y la de la Granja, ambas en las que hay serías evidencias de la posible participación de la familia Uribe Vélez según diversas versiones de paramilitares vinculados, entre ellas la de Salvatore Mancuso.
Más recientemente, uno de los casos emblemáticos de la problemática en la región fue el desplazamiento de los integrantes de FARC que iniciaron su proceso de reincorporación en el ETCR Santa Lucía. Para ese entonces abundaban las alertas por el control de los paramilitares en la región a pesar de la presencia de la policía y las FFMM.
Por otra parte, un total de 2.094 personas fueron víctimas de desaparición forzada en los municipios antioqueños de Briceño, Cáceres, Ituango, Nechí, Peque, Sabanalarga, Tarazá, Toledo y Valdivia, según estableció recientemente la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Es más, en el reporte de 2015 de la Unidad de Víctimas se presentaba un reporte de 17.365 víctimas en la historia de Ituango, lo que representa un porcentaje del 72% de la población total del municipio.
Un “desarrollo” prometido que nunca llegó y una ubicación privilegiada en la guerra y el narcotráfico
Según datos de la Cámara de Comercio de Medellín, Ituango tiene el 65,22% de las necesidades básicas insatisfechas y es el municipio con calidad de vida más precaria en la subregión Norte. En la cabecera municipal es del 28,06% y en la zona rural es de 78,92%.
En cuanto a la ubicación geográfica, Ituango es atravesado por el río Cauca separándolo de Valdivia, Briceño y Toledo. Por el sur está la entrada al Urabá limitando con Peque y Dabeiba y por el Occidente con Mutatá, por el norte con el Nudo de Paramillo y la conexión con Córdoba, es decir, una ubicación privilegiada para las rutas del narcotráfico y de las economías ilegales.
Exigencias históricas y respuestas reiterativas en su ineficacia
Desde hace varios años, cuando se iniciaron los desplazamientos forzados se están exigiendo todas las garantías de atención humanitaria necesarias para atender las personas desplazadas y garantizar también su retorno.
Por otra parte, han exigido el combate efectivo a las estructuras armadas que hacen presencia en la región y que ahora se disputan el control de las rutas del narcotráfico y las economías ilegales, todo ello sin que hasta el momento se evidencien resultados eficaces de las acciones por parte de las FFMM.
Por último, las víctimas de Ituango han exigido verdad frente a lo sucedido, no solamente en esta oleada de violencia, sino históricamente por las múltiples víctimas que ha dejado la guerra en la región.
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