Foto: Contagio Radio
Desde el pasado 24 de agosto, comunidades indígenas de Alto Guayabal, Chocó, se han manifestado reclamando la protección de sus vidas, y contra las actividades armadas en su territorio. De las marchas participan más de 8 comunidades, con un total de más de 170 personas, que exigen el respeto a los pueblos originarios, su cosmovisión y su lucha por la defensa de la vida y el territorio.
Estefania Abello, defensora de derechos humanos e integrante de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (J&P), afirmó que la movilización que se ha dado en Jiguamiandó, Chocó, es de carácter indígena y tiene distintas reivindicaciones, exigencias y denuncias. Estas últimas, relacionadas con las «continuas acciones de violencia contra la población civil, y el no respeto a sus territorios», señaló Abello.
En ese sentido, las comunidades rechazan las amenazas que se han presentado contra líderes, quienes han sido citados y señalados por las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), que hacen presencia en la zona. Asimismo, las comunidades en protesta rechazan las operaciones empresariales ilegales, y los ataques a la guardia ambiental, encargada del cuidado y defensa del territorio.
En contexto: Explotación de minerales en el Cerro Cara de Perro, Alto Guayabal
Según la Comisión (J&P), desde 1996 intereses económicos buscaron asentarse en el territorio para el desarrollo de agroindustria de palma, banano, teka, yuca, piña y ganadería. Posteriormente, entre 2008 y 2009, la empresa Muriel Mining Corporation (MMC) inició una exploración que no se consultó con las comunidades en el Cerro Cara de Perro para la explotación de oro, cobre y molibdeno. Este cerro tiene importancia para comunidades afro e indígenas de la zona, pues tiene un carácter sagrado y espiritual en su cosmovisión.
Por esta razón, las comunidades realizaron en 2009 la primer consulta popular interétnica, en la que expresaron su rechazo a la intervención minera a cielo abierto. Tras la consulta, y la decisión de la Corte Constitucional en 2010 de amparar el derecho de las comunidades a la Consulta Previa, Libre e Informada; MMC cesó sus actividades, y desarrolló un acuerdo con la empresa Río Tinto. (Le puede interesar: «Presencia paramilitar y minería, una amenaza constante para comunidades afro e indígenas de A. Guayabal»)
A partir de este año los habitantes de la zona han denunciado nuevamente el regreso del interés por la explotación del Cerro, lo que ha significado un aumento de la presencia militar para permitir el ingreso de personal de la empresa minera (aún desconocida), y el reinicio de sobrevuelos por parte de aeronaves privadas, como el que se realizó el pasado 14 de agosto y aterrizó en el Cerro. (Le puede interesar: «Indígenas de A. Guayabal desplazados y confinados por grupos armados»)
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