Mas de 5 meses completan las comunidades indígenas Wounaan de Santa Rosa de Guayacán en el Litoral San Juan, desplazadas por las acciones de la guerra en sus territorios, sin que se puedan establecer canales de comunicación y respuestas efectivas a la crisis por parte del gobierno nacional, a favor de las 140 personas que se encuentran en Buenaventura.
Según el informe de la Comisión de Justicia y Paz, en estos cinco meses y seis días, solamente han recibido un auxilio por 240.000 pesos para solventar gastos en alimentación y una visita por parte de la Secretaria de Salud de Buenaventura que no produjo ni siquiera un diagnóstico de las condiciones de salubridad de los indígenas.
Según la organización de defensa de los DDHH, el pasado 3 de Diciembre fueron víctimas de un nuevo desplazamiento intra urbano, pues se pretendía establecer sobre ellos un control paramilitar de las estructuras que operan en los barrios de la ciudad, a la vista de las estructuras militares de la Armada y el Ejército que supuestamente deberían brindar seguridad.
Actualmente la comunidad se encuentra en precarias condiciones alimentarias sin que las instituciones competentes presten atención tal y como se comprometieron en la reunión extraordinaria de seguimiento a las Medidas Cautelares de la CIDH de las que son beneficiarios, el día 07 de diciembre.
Comisión de Justicia y Paz
Gobierno también desatiende medidas cautelares de la CIDH
Adicionalmente, a pesar de que son beneficiarios de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de DDHH, el gobierno nacional no ha atendido los llamados de dicho organismo de la OEA, y no se han establecido escenarios de comunicación que permitan avanzar en la posibilidad de retorno con garantías de las comunidades.
Es de recordar que estas comunidades, junto a las comunidades negras, han sido víctimas de los constantes enfrentamientos y confinamientos decretados por las Autodefensas Gaitanistas y el Ejército de Liberación Nacional, en medio de la fuerte presencia militar.
De hecho, justo por dichas acciones de guerra se vieron obligados a desplazarse de sus territorios, dados las fuertes amenazas contra sus vidas, que representa el desarrollo de las operaciones militares regulares e irregulares. Cabe anotar que ante las denuncias, la respuesta de la fuerza pública era que atendieran las advertencias de los armados.
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