S,J, Francisco de Roux. Fotografía Vatican News.
La Comisión de la Verdad y el sacerdote Jesuita Francisco de Roux, quien además preside dicho organismo fruto del Acuerdo de Paz, están en el centro de la polémica. El pasado 25 de enero, en medio de un foro de la Revista Semana, Roux afirmó que el paramilitarismo «liberó» a Barrancabermeja de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo).
El desacertado comentario del sacerdote ha sido catalogado de vergonzoso, falaz e irrespetuoso con las víctimas que precisamente buscan verdad y no repetición en la CEV. Defensores, defensoras y organizaciones de víctimas, también han rechazado las afirmaciones y puesto en duda el aporte que dará el informe final que presentará la Comisión, documento que además extendió su plazo de presentación el año pasado por otros siete meses más.
Francisco, además de señalar que el paramilitarismo contribuyó en esa supuesta liberación del municipio santandereano, afirmó que fue Álvaro Uribe Vélez quien «acabó con el paramilitarismo», lo que resulta aun más criticado, cuando es el expresidente uno de los mayores señalados por parte de víctimas y organizaciones de DD.HH. por promover la guerra en Colombia desde sus administraciones en la Gobernación de Antioquia y su presidencia.
«Hay que decirlo, Álvaro Uribe desmontó el paramilitarismo. Eso hay que decirlo también, lo hizo con el acuerdo de Ralito. Quiero decirlo para evitar que eso nos vuelva a pasar”.
Francisco de Roux.
La defensora de derechos humanos y representante de víctimas ante Sistema Interamericano, María Victoria Fallon, rechazó categóricamente las declaraciones y le recomendó al presidente de la CEV que «escuche a las víctimas y vuelva a repetirlo afirmaciones) de frente a ellas».
A la defensora, se sumó la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, una de la organizaciones más reconocidas por su papel en la construcción de Paz con las víctimas, procesos organizativos y responsables. La organización señaló que dentro de esas acciones liberadoras lo que se constituyó fue una paraeconomía y un Estado paramilitar.
La Corporación Jurídica Libertad, también cuestionó lo dicho por el sacerdote y señaló que «afirmar que el paramilitarismo en Colombia terminó en 2005,es desconocer el fenómeno como una política de Estado, que se encuentra vigente hasta el día de hoy».
El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE, indicó que la afirmación de Roux es una «ofensa para la memoria de las víctimas, especialmente de las víctimas después del 2005».
Por su parte, el senador por el Polo Democrático, Iván Cepeda, también se pronunció y expresó que es una ofensa para las víctimas.
Le sugerimos leer: Asesinato de cuatro jóvenes provoca zozobra en comunidades de San Juan y Calima
Hay una violación masiva del Acuerdo de Paz: Corte Constitucional