Conmemoración del primer año de inicio del Estallido Social en Colombia. Fotografía Paula Pulido / Contagio Radio.
Este jueves 28 de abril, centenares de personas salieron a las calles para conmemorar el inicio del Paro Nacional o «Estallido Social» en Colombia. Recordemos que hace un año, las y los colombianos se movilizaron para rechazar la imposición de una reforma tributaria y la ola de violencia que continúa azotando varias regiones del país.
En medio de las movilizaciones surgieron o se fortalecieron cientos de procesos organizativos en todo el país, también se creó el grupo juvenil conocido como ‘Primera Línea’. Sin embargo, en medio de las protestas que se extendieron por cerca de cinco meses, también se registraron asesinatos, perdidas oculares, desapariciones, torturas, agresiones físicas, violaciones sexuales, capturas y judicializaciones irregulares, la mayoría de vulneraciones perpetradas al parecer por miembros de la Fuerza Pública.
De acuerdo a la Campaña Defender la Libertad Asunto de Todas, se registran 86 asesinatos en el marco de las manifestaciones, justamente en medio de las conmemoraciones del Día Internacional del Niño, también se señala que de ese total de víctimas, 4,65% fueron niños, niñas y adolescentes.
Por su parte, Temblores ONG, organización que lleva cinco años recopilando información sobre la violencia policial, indicó que, «en el marco del Paro Nacional hubo 5.340 casos de violencia policial, 40 casos violencia homicida, 35 casos de violencia sexual, 103 casos de violencias oculares cometidos presuntamente por la Fuerza Pública, y 0 fallos condenatorios al día de hoy».
En entrevista con Contagio Radio, un padre de un niño de 14 años que resultó herido en la localidad de Usme por el accionar policial, manifestó que su familia aún no se recupera del hecho, «ha sido muy duro», agregó el hombre que afirma que siempre se han vulnerado sus derechos y nunca ha existido un apoyo previo a la agresión de su hijo, ni después.
La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, también denunció que en medio de las intervenciones del Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD, se registraron diversas vulneraciones y violaciones a protocolos de la misma Institución, e incluso, junto a concejales de la ciudad de Bogotá, mostraron a la luz pública que lugares como los portales de Transmilenio se convirtieron en centros de detención y tortura de los y las manifestantes.
«Yo quiero que el país cambie, tanto para mí como para mis hijos»: participante del Paro Nacional
Desde que se anuncia la realización del Paro Nacional, Contagio Radio realizó cubrimiento de las movilizaciones en diversos puntos de la ciudad. De primera mano recopilamos testimonios de jóvenes que reclamaban mejores condiciones de vida, educación y trabajo.
Muchos de los jóvenes manifestaron que a un año del Estallido Social, se han fortalecido sus procesos colectivos, esto pesé a las violaciones de DD.HH. de las que fueron víctimas y de las que son actualmente con las judicializaciones irregulares que buscan perseguir y estigmatizar el derecho a la protesta y a quienes participan de ella.
Los jóvenes que quieren mantener la unidad que les dio el Paro Nacional, también señalan que pesé a querer contribuir a su comunidad de forma pacífica, han sido perseguidos por la Policía Nacional, grupos armados e incluso civiles. En varias localidades se tiene conocimiento de allanamientos, judicializaciones, señalamientos y hostigamientos por parte de funcionarios públicos que han puesto en riesgo la vida de quienes asumen un rol de liderazgo al interior de los barrios.
Caravana de «Emergencia Humanitaria» se unió a las manifestaciones de este 28A
En el marco del 28 de abril, la caravana acogida bajo el nombre «Emergencia Humanitaria», conformada por más de 1.500 organizaciones, líderes y lideresas sociales, reunió a comunidades afro e indígenas frente a la sede de la Defensoría del Pueblo en la ciudad de Bogotá.
En medio del plantón que transcurrió de manera pacifica durante todo el día, se llevó a cabo una audiencia pública en la que se expusieron las problemáticas que aquejan a las comunidades y que van muy ligadas al incumplimiento del Acuerdo de Paz y la presencia armada en los territorios.
“Nuestros hermanos y hermanas, niños y mujeres mayores que han sido asesinados, masacrados, desplazados y amenazados por la violencia. Por esto estamos hoy aquí, para decirle al pueblo colombiano que en lugar de seguir fortaleciendo ese proyecto de muerte, más bien nos encontremos del corazón para sembrar nuevas semillas de esperanza”.
Giovanni Yule, miembro del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
Olla comunitaria se vio alterada por accionar del ESMAD
La movilizaciones en Bogotá no fueron aplacadas por la lluvia. Desde la mañana se registraron manifestaciones y plantones pacíficos en la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, la Registraduría, el Ministerio de Trabajo, la Secretaría de Gobierno, Banderas, Parque Nacional, parque El Pórtico de Suba, la Universidad Distrital en sus sedes Vivero y Kennedy, Universidad Pedagógica y la Universidad Nacional.
La sede de la Universidad Nacional, sobre la Calle 26, fue uno de los principales epicentros de los y las manifestantes. Sobre las tres de la tarde, movilizaciones que provenían de otros puntos se unieron al cierre vial. Desde horas de la mañana, en el parque del barrio El Recuerdo se congregaron varios uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios que en horas de la tarde se desplegaron sobre la avenida y las calles.
Inicialmente se planeó la realización de una olla comunitaria, voceras y voceros de la manifestación invitaron a todos y todas aquellas que tuvieran hambre a consumir algo de comer en el espacio. Sin embargó, cerca a las seis de la tarde se denunció una agresión de un uniformado que agravó los ánimos y que dio apertura al accionar del ESMAD.
Varios manifestantes se resguardaron dentro de la sede de la institución educativa, mientras dos tanquetas del ESMAD y decenas de uniformados se desplegaban. Defensores y defensoras de DD.HH. denunciaban que los uniformados no estaban cumpliendo con los protocolos, la tanqueta intento arrollar en varias ocasiones a los manifestantes, además de que se registraron disparos de aturdidoras directamente a los cuerpos. Sobre un puente también se evidenció que uniformados disparaban en contra de los y las manifestantes que lanzaban piedras a los uniformados.
Algunas personas ajenas a la protesta que terminó con la intervención del ESMAD, se ubicaron en la parte trasera de los uniformados, lanzando piedras y justificando que los policías lanzaran gases en donde su ubicaban los y las defensoras y prensa.
Organizaciones de DD.HH. denunciaron que se habrían presentado ocho detenciones, una de ellas contra una estudiante de la Universidad de los Andes y quien sería ciudadana de Estados Unidos y un menor de edad. Dentro de las irregularidades se reportó el ocultamiento de las identificaciones de los uniformados y agresiones a la presa. Dentro de los heridos, habría un manifestante y un agente del ESMAD.
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