En una entrevista especial, Nayibe Valencia Ángulo, habitante del espacio Humanitario Puente Nayero en Buenaventura, Adriel Galván, miembro del Comité de Paro Cívico y Orlando Castillo, líder social de Buenaventura, se manifestaron acerca de la grave situación en materia de Derechos Humanos que atraviesa el municipio.
Nayibe Valencia aseguró que actualmente Buenaventura está viviendo uno de los capítulos más violentos en su historia. Las continuas amenazas, desplazamientos, asesinatos y masacres que presentan en el municipio son resultado de un conflicto por el territorio que se mantiene desde hace décadas.
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Buenaventura S.O.S
La comunidad ha denunciado que, en el 2021, en Buenaventura, ha habido enfrentamientos entre grupos armados prácticamente todos los días. Incluso, cientos de personas han tenido que salir huyendo de sus casas para salvaguardarse, este desplazamiento interno masivo alarmó a todo el país, razón por la cual se está haciendo una campaña mediática llamada «Buenaventura S.O.S» que pretende visibilizar estas denuncias.
Adriel Galván, explicó que, frente a esta problemática, la respuesta estatal ha sido militarizar Buenaventura, sin embargo, esto no ha generado cambios significativos. Por el contrario, Galván afirma que, ante una cantidad tan grande de fuerza pública, entre policía, ejército y armada, esta tragedia apunta también a la acción omisiva del Estado.
En ese sentido, Orlando Castillo, aseguró que lo que está sucediendo en Buenaventura es el reacomodamiento de estructuras criminales que operaron y nunca han dejado de operar en el territorio como consecuencia, según él, de la inoperancia institucional.
«Parece que hubiera un plan sistemático para generar un exterminio étnico acá en Buenaventura»
Orlando Castillo
Incumplimiento en Buenaventura
Como respuesta a la sistemática vulneración a los Derechos Humanos y el recrudecimiento de la violencia en el municipio, en el año 2017, la comunidad organizada realizó un Paro Cívico. Después de los diferentes escenarios de movilización, se estableció un movimiento que denominó Comité de Paro Cívico. Este mecanismo ha sido usado desde entonces para la exigencia de sus derechos económicos sociales y culturales.
El Comité consiguió que el Estado entablara una mesa de negociasión de la cual se desprendieron varios acuerdos. Entre ellos mejorar la infraestructura de acueductos para llevarle agua potable a la población, mejorar las condiciones hospitalarias y ampliar la cobertura escolar. Además se consiguió la participación de la comunidad en decisiones como el POT, por ejemplo.
Pese a ello, Adriel Galván asegura que el 90% de los acuerdos firmados entre el Comité de Paro Cívico y el gobierno no han sido cumplidos. Según Galván, se deba a la falta de voluntad política del gobierno nacional y la negligencia de las instituciones que deben verificar dicho cumplimiento.
Sin embargo, afirma que el proyecto del Paro Cívico debe continuar para escuchar a las comunidades y generar espacios para participar activamente de la construcción de una agenta programática que permita fortalecer el trabajo comunitario y la defensa de los derechos de los habitantes del puerto.
El paro cívico, organización colectiva y social
El actual alcalde de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal, participó del Paro Cívico y fue elegido alcalde como un respaldo popular a dicho proceso. Aunque la situación en el municipio no ha mejorado, Orlando Castillo, asegura que la actual administración de Buenaventura ha intentado fortalecer un programa de gobierno para la defensa de los derechos y ha denunciado constantemente los hechos violentos que se siguen presentado.
Adriel Galván asegura que en cuatro años no se van a solucionar todos los problemas de corrupción y negligencia administrativa en Buenaventura. Por esta razón, asegura que «es necesaria la construcción y compromiso de toda la comunidad con el Comité de Paro Cívico».
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Las apuestas comunitarias como alternativa
Nayibe Valencia manifestó que, desde los espacios humanitarios en el que habitan personas víctimas del conflicto o en situación de riesgo, se han propuesto diferentes estrategias o rutas comunitarias para combatir el recrudecimiento de la violencia en Buenaventura.
Entre ellas, está el enfoque social, cultural y deportivo para los niños, niñas y juventudes. Un ejemplo es la construcción de huertas comunitarias y municipales para solventar algunas de las necesidades alimenticias de la población. Además, Nayibe afirma que es importante apoyar los proyectos artísticos y pedagógicos para alejar a los niños y niñas de Buenaventura de las dinámicas del conflicto armado y social.
A través de los micrófonos de Contagio Radio, los líderes comunitarios invitaron a la comunidad a participar activamente del Comité de Paro Cívico. Así, aseguran consolidar de un proyecto amplio y participativo por la exigencia de garantía integral de los derechos de la comunidad.
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