En las últimas semanas el medio de comunicación “El Colombiano” ha estado atravesado por múltiples noticias. Una de ellas es la nueva dirección que quedaría en manos de la familia Gómez Martínez, la crisis financiera que aporta por la reducción drástica de la pauta oficial y el respaldo irrestricto a las empresas demandadas por la Alcaldía de Medellín en el tema Hidroituango.
Sobre la evidente influencia del uribismo en la línea editorial del medio encontramos que la familia que controla el diario es también parte del Centro Democrático, pues Juan Gómez Martínez, uno de los integrantes del Comité de Ética del partido de Álvaro Uribe, es parte fundamental de los dueños de El Colombiano. Esto explicaría las razones por las cuales ese medio se ha estado alineando con los intereses del Centro Democrático en esa ciudad.
Esta situación también se evidencia en quienes son referenciados por el mismo medio como los integrantes de si junta directiva. Dos de ellos pertenecientes a empresas del reconocido Grupo Empresarial Antioqueño, Conconcreto y Premex S.A.S. de ahí los intereses políticos y económicos que impulsa El Colombiano.
El Colombiano dejó de recibir pauta oficial por 3.000 millones de pesos
Sobre la pauta la situación es más evidente, según La Silla Vacía, en 2020 la pauta de la Alcaldía a través de Telemedellín se redujo en 3.000 millones de pesos. Una situación muy diferente a la Alcaldía anterior en cabeza de Federico Gutiérrez cuando sumaba cerca de 3.394 millones de pesos en contratos de publicidad. También la FLIP denunció que hubo un contrato por 733 millones de pesos sin asignación específica para El Colombiano, es decir, era una inversión en publicidad por parte de la Alcaldía de Gutiérrez.
En contraste, durante el 2020 estos recursos bajaron a $389 millones. Sin embargo, esa cifra es mayor a la que recientemente denuncia El Colombiano, como una bonanza de contratos en Telemedellín, pues hablan del total para un año cercano a los 2.000 millones de pesos en contratos con más de 30 medios de comunicación. Es decir, casi el doble de lo que tenía El Colombiano, repartidos ahora en 30 medios de comunicación digitales y comunitarios.
La pauta oficial está siendo determinante en el ejercicio periodístico de medios empresariales
Sobre este tema es de resaltar que el Estado y los gobiernos son, muchas veces, los principales y hasta los únicos aportantes para que los medios de comunicación persistan. No en vano el gobierno Duque ha sido señalado por una cifra de gasto en pauta publicitaria que superaría los 20.000 millones de pesos al año, entregados, en su mayoría a medios con alcance nacional como los grandes conglomerados empresariales Caracol y RCN, lo que motiva los problemas de credibilidad de la ciudadanía en los medios.
Si a ello se le suman los gastos en publicidad por parte de los ministerios, como el de Defensa o el de Salud que tienen gastos millonarios en publicidad o pauta oficial, estamos ante un nivel de inversión que podría explicar la cantidad de propaganda oficial y de noticias sin contraste con el mundo popular, que a diario son publicadas en diversos medios, a mayoría de ellos empresariales.
Aunque todo esto no dirime la discusión en torno al ejercicio periodístico en Colombia, si es una clara muestra de las razones por las cuales los medios tradicionalmente empresariales están perdiendo credibilidad y las redes sociales siguen cobrando fuerza, sin mayores regulaciones, en un panorama cada vez más complicado con la proximidad de la contienda electoral, que también estará atravesada por la acción de los medios de comunicación, empresariales e independientes o alternativos.
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