Después de 24 años de los despojos en la región de Tulapas por parte del Fondo Ganadero de Córdoba y la casa Castaño, el caso más emblemático de la región, un poco más 650 familias no han recuperado sus tierras, ni teniendo la sentencia de restitución en sus manos. Contagio Radio habló con Ayineth Pérez, de la organización Tierra y Paz, y con algunos otros reclamantes de tierras que piden ser escuchados por el Gobierno para poder retornar a sus predios con garantías.
Por Carolina Toro, Contagio Radio
Apartadó. El pasado viernes 3 de marzo en Apartado, Antioquia, cerca de 200 reclamantes de tierra en el Urabá hicieron una movilización para tratar de destrabar sus casos, que llevan más de una década en trámite, o conseguir que les sea devuelta su tierra ya que tienen la sentencia en las manos que los acredita como dueños, pero los predios físicamente no han sido entregados. Incluso algunos han muerto esperando.
La protesta fue liderada por la organización Tierra y Paz, que encabeza Ayineth Pérez, una lideresa de la zona que se ha echado al hombro la restitución de tierras, quien es a su vez víctima de despojo en el emblemático caso de Tulapas. Los primeros meses de la nueva dirección de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) no han representado cambios significativos en sus procesos en el territorio. Los reclamantes siguen esperando y pidiendo ser escuchados por el Gobierno Nacional para poder retornar a sus tierras con garantías.
Los campesinos fueron desplazados porque sus tierras tienen un valor estratégico, que va desde el golfo de Urabá hasta la zona baja de Córdoba, lo que convierte a estas tierras en un corredor valioso para el narcotráfico y el comercio ilegal de armas. Además, estos predios tienen un fuerte valor como proyecto económico para la siembra de maderables, caucho, agroforestales y ganadería extensiva, me comenta Ayineth Pérez vocera de la organización Tierra y Paz que agrupa a 650 familias reclamantes de tierras en la región del Urabá.
Los campesinos que vendieron, lo hicieron a precios irrisorios como es el caso de los adjudicatarios de la finca Nueva Ilusión que fueron obligados a ir a la Fundación para la Paz de Córdoba, Funpazcor, una organización que sirvió como fachada para la acumulación y legalización de tierras despojadas a punta de sangre y papel. Su presidenta era Sor Teresa Gómez Álvarez, cuñada de los Castaño, y una de las cabezas visibles del despojo en el Urabá, Darién y Bajo Atrato.
¿Cómo ha sido ese proceso de restitución de tierras en la región del Urabá y, principalmente, del caso Tulapas, frente al despojo del que fueron víctimas?
Bueno esta reclamación de predios ha sido bastante compleja. La situación a pesar que hay unos reconocimientos por parte de nuestros despojadores de tierra, pues nada pasa. Los procesos en la Unidad de Restitución de Tierras no avanzan y hay algunas personas, muy pocas, que les han restituido sus predios, pero no pueden hacer posesión de ellos porque no tiene la garantía para estar en el territorio. Hay algunos que tienen la sentencia y han muerto con ella en las manos esperando que les hagan entrega material de sus predios y pues no, eso no pasa.
Y, ¿Cuál es la razón que les da el Gobierno para no hacer la entrega material de los predios incluso teniendo la sentencia?
Porque no hay conceptos, dicen. Entonces ellos hablan que no hay un concepto de seguridad para entrar al territorio y no dice nada más; simplemente dice como no hay concepto de seguridad pues la fuerza pública no puede entrar y listo. Entonces eso nosotros lo tomamos como una excusa.
Bueno, ¿Pero en la zona no existe una fuerte presencia de los grupos ilegales?
Nosotros lo que decimos frente a eso es: Bueno listo, no quieren entrar porque es cierto hay violencia y presencia de grupos ilegales, listo; pero entonces hagan una entrega simbólica, entrégenle la documentación a sus dueños para que ellos tengan un documento como propietarios; porque por ejemplo allá en el territorio en estos momentos las personas que está en posesión de los predios no reconocen a los dueños como legítimos propietarios. Y es que detrás de las personas que ocupan los predios hay grandes empresarios o ganaderos, hay que mirar también qué verdades hay detrás de todo esto.
Exactamente, ¿A qué se refiere con “detrás de las personas que ocupan los predios hay grandes empresarios o ganaderos y que verdades hay ahí”?
Pues que también nosotros necesitamos saber la verdad, porque nosotros sabemos que hay grandes empresarios que nos despojaron las tierras a través del Fondo Ganadero de Córdoba, y ellos reconocieron a 105 familias, pero nosotros que estamos diciendo: somos 58 veredas de las Tulapas, pero existen muchas más familias que fueron despojadas por otras figuras como la Fundación para la Paz de Córdoba, Funpazcor. Además, hay personas que compraron las tierras, que están en territorio y hoy no reconocen a los verdaderos dueños, a los que fuimos despojados; entonces quién los llevó allá, quién hizo esas ventas, qué intereses hay detrás. Yo creo que ya es tiempo, ya es justo con nosotros que después de tantos años sepamos la verdad, que termine el drama de la espera en la restitución de las tierras; y para los que tenemos un título que nos hagan entrega ya de nuestros predios.
¿Algunos de ustedes han contemplado la posibilidad de volver al territorio por su propia cuenta?
Claro que sí, muchísimas muchas personas lo han pensado porque es que la vida en la ciudad no es fácil. No es fácil sobre todo sabiendo que los predios son de nosotros y donde hay un título, como te digo, es que hay un documento que nos acredita como propietarios; entonces es difícil estar pasando necesidades, aguantando hambre… y muchos lo han hecho de esa manera, pero es un retorno sin acompañamiento institucional y la verdad, no ha sido tan favorable.
¿A qué se refiere?
Que como las tierras están ocupadas hay algunos sectores en que se ha logrado que la gente que ocupa el predio los respete porque de una u otra manera saben que son los propietarios; pero hay otros sectores que en realidad ha sido bastante difícil para algunos compañeros que entraron sin acompañamiento institucional, porque hoy están enfrentando un proceso judicial porque llegan a sus territorios y están ocupados y en algunos casos aún no hay sentencias. Hay violencia y amenazas.
Tengo entendido que ustedes van a hacer una marcha y un plantón acá en Apartadó, ¿cuál es el objetivo?
Visibilizar toda la problemática de la restitución de tierra. Por ejemplo, todo ese cuello de botella que hay allí en los jueces que desde que llegan los procesos a la etapa judicial pues ahí se estancan y duran todo el tiempo que ellos quieran. En realidad nosotros nos damos cuenta que no hay voluntad política para que los procesos avancen, y fuera de eso pues también exigimos que las personas que ya tienen una sentencia que los acredita como propietarios pues que les entreguen sus predios. Tenemos sentencias en las manos que fueron proferidas hace dos o tres años y ni siquiera les han hecho entrega material a las personas, incluso tenemos sentencia donde los señores han muerto esperando que les entreguen sus predios. Eso no es justo.
Y si no existen cambios reales en la restitución y si no entregan los predios…
Si vemos que después de esto las cosas no avanzan, pues lastimosamente aunque estamos en el territorio nos vamos a tener que ir hasta Bogotá o hasta donde tengamos que ir porque es que realmente nuestro derecho; nosotros estamos exigiendo nuestros derechos porque nosotros los tenemos. Decimos basta ya, queremos nuestras tierras.
Bueno, y concretamente, ¿qué le piden a este nuevo Gobierno?
Queremos que este gobierno nos escuche, que demuestre una voluntad política para resolver nuestra situación. Tantos años esperando la restitución ya es justo con nosotros que nos devuelvan las tierras; por eso queremos visibilizar toda esta problemática y mostrarle que nosotros no estamos diciendo mentiras, estamos mostrando con un documento que no nos cumplen y lo que queremos es que nos devuelvan las tierras, es nuestro derecho. Cuando nos debían cuidarnos, por decirlo así, no lo hicieron entonces pues ahorita en este Gobierno esperemos que sí haya la voluntad; que no respondan entregándonos nuestras tierras. Lo que nosotros pedimos es volver a nuestro territorio con garantías.