Foto: @Antioquiajoven
18 Feb 2019
El pasado 17 de febrero fue encontrado por las comunidades de la vereda La Ahuyama, Segovia el cuerpo sin vida de Jaime Jiménez, líder minero del nordeste de Antioquia y habitante de la vererda Panamá 9 quien según un comunicado emitido por las comunidades campesinas de la zona habría asesinado por el ELN.
La Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana) dio a conocer la posición de las organizaciones sociales de la región quienes rechazaron la muerte de Jiménez y denunciaron el fortalecimiento del paramilitarismo en el lugar.
De igual forma, las comunidades de La Cristalina, Cañaveral de Chicamoqué, Mulato, Tamar Alto, Panamá 9, Altos de Manila, Cañaveral, El Carmen, Lejanías, Ojos Claros y El Piñal señalaron las constantes amenazas de las que son víctimas por parte de grupos armados tanto legales como ilegales e hicieron un llamado al Gobierno para reanudar la mesa de diálogos con el ELN y poder establecer un cese al fuego bilateral.
Frente al hecho, Óscar Yesid Zapata, integrante de Coeuropa Antioquia expresó que es necesario un desmantelamiento de las estructuras paramilitares y que el Plan de Acción Oportuna (PAO), medida planteada por el Gobierno para proteger a los líderes y defensores de derechos es «una oportunidad militarista para implementar una política de seguridad democrática que solo ha dejado muerte y desolación».
«Sentimos que las autoridades no están tomando las medidas efectivas»
Zapata agregó que Querubín Zapata, líder juvenil de 27 años también fue asesinado el día sábado 16 en el barrio Las Brisas del municipio de Caucasia, el joven pertenecía a la plataforma municipal de juventud y era reconocido por su trabajo en la comunidad como activista y defensor de los grupos de diversidad de género.
El integrante de Coeuropa Antioquía advierte que la Alcaldía y algunas autoridades del lugar tienen interés en desviar la investigación pues relacionan la venta y consumo de estupefacientes con la muerte del joven líder quien a menudo denunciaba los enfrentamientos entre grupos como los Caparrapos, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el Clan del Golfo, por el control del territorio y de los cultivos de uso ilícito de la región.