El Presidente Iván Duque con el Secretario General de la ONU António Guterres. Fotografía colombia.unmissions.org
El Presidente Iván Duque viajó a Nueva York, donde quedará tres días, para hablar ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre los presuntos avances que su Gobierno ha logrado en la implementación del Acuerdo de Paz. Al mismo tiempo, los esfuerzos oficiales se centraron en impedir que la sociedad civil tuviera representación y fuera escuchada por la asamblea.
Cabe destacar que a través de la Misión de Verificación, que recientemente ha publicado su último informe trimestral, el Consejo de Seguridad observa el estado de la implementación del acuerdo en un mandato que durará hasta octubre 2022.
Duque realiza su viaje en un periodo en que su gobierno es blanco de críticas por varias cuestiones. Acaba de firmar la controvertida extradición de alias “Otoniel”, tras días de protestas llevada a cabo por organizaciones de víctimas y defensoras de derechos humanos. Además, en lo que tiene que ver con el acuerdo de paz, son más los retrasos que los logros implementados, como también analizado en el informe trimestral antes mencionado.
A los periodistas internacionales que le pidieron esclarecer los ya famosos hechos de Puerto Leguízamo, Putumayo, el Presidente respondió y respaldó nuevamente la versión del Ministerio de Defensa, a pesar de los pronunciamientos de la comunidad de El Alto Remanso, de organizaciones nacionales e internacionales, de periodistas y de la misma Procuraduría.
Esta operación tenía planificación, información precisa de cabecillas, de células terroristas y narcotraficantes en el territorio. Se procedió con una información clara. El actuar de la fuerza pública ha sido conforme con los protocolos de derechos humanos.
Presidente Iván Duque
Es preciso señalar que la oposición anunció una moción de censura contra el Ministro de Defensa Diego Molano.
El Presidente dará también cuenta ante el Consejo de Seguridad de su política ambiental. Los recientes avales al proyecto piloto de fracking en Puerto Wilches, Santander, y a la destrucción del cauce natural del arroyo Bruno en la Guajira, fueron medidas rechazadas con vehemencia por organizaciones ambientales y comunidades afectadas.
Estos avales, junto con la no ratificación del tratado internacional de Escazú, son prueba de que el tema ambiental no ha sido central en los cuatro años de gobierno Duque. Así como los retrasos en la implementación del acuerdo demuestran que la paz tampoco lo fue.
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