Mientras en las calles por estos días es común ver la presencia de efectivos de Ejército, integrantes de las corporación Veteranos por Colombia aseguran que esto no es positivo en términos de seguridad.
En este documento, los uniformados en retiro, aseguran que “rechazamos el ‘Mandato de Asistencia Militar’ ordenado por el presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, el pasado 1 de mayo de 2021, el cual establece la presencia de miembros del ejército e las calles de algunas ciudades de Colombia”.
Además, afirman que conocen las capacidades y habilidades de la Fuerza Pública y saben que los soldados están entrenados y armados para el combate rural antisubversivo y no para contener la protesta social, lo que puede ser determinante en la violación de DDHH.
“Como encargado de dirigir y organizar la Fuerza Pública colombiana, el Ministro de Defensa Nacional, Diego Andrés Molano Aponte, será responsable de las posibles faltas, errores, violaciones a los DD.HH que llegasen a cometer los miembros del Ejército Nacional en las áreas urbanas, teniendo en cuenta el nulo entrenamiento y total desconocimiento del protocolo para la coordinación de las acciones de respeto y garantía de protesta”.
Apartado de la misiva publicada por Veteranos por Colombia.
En medio de la carta, los militares también dejaron claro su rechazo a las acciones vandálicas que se han visto durante las manifestaciones del Paro Nacional, e invitaron al Gobierno de Iván Duque a escuchar las peticiones de los ciudadanos del país que administra.
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El contexto de la carta de Veteranos por Colombia
Desde el 28 de abril, con la jornada de este domingo, ya son 12 días seguidos de manifestaciones a lo largo y ancho del territorio nacional. Ciudadanos de distintos sectores socioeconómicos se han reunido bajo una serie de premisas en contra del gobierno de turno.
Al comienzo era la reforma tributaria, reforma que debido a la presión ciudadana se plantea una modificación, sin embargo no es la única petición. Transportadores, campesinos, indígenas y demás ciudadanía, se moviliza en contra de la falta de oportunidades y la injusticia social que ha embargado al país históricamente pero que ahora, en el marco de una pandemia, se han agudizado.
Ante las masivas movilizaciones, el gobierno y la Fuerza Pública se han puesto a la tarea de mantener el «orden público» a toda costa, algo que ha desembocado por estos días en graves violaciones y vulneraciones a los DDHH.
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El pasado 3 de mayo, en pleno apogeo de las protestas y luego de que un amplio número de manifestantes señalara violencia policial en medio de los procedimientos, el General del Ejército, Eduardo Zapateiro, instó a los uniformados a que siguieran actuando como lo venían haciendo sin miedo porque estaban actuando en el «cumplimiento de su deber».