En una rueda de prensa en conjunto con la Fundación Para la Libertad de Prensa, FLIP, la periodista e investigadora Claudia Julieta Duque anunció la entrega del esquema de protección que le asignó la Unidad Nacional de Protección, por las múltiples amenazas que pesan en su contra, tras revelar varios de los episodios más oscuros del DAS y del control del paramilitarismo en esa entidad.
Según la periodista, y como lo ha informado este medio en repetidas ocasiones, la UNP estaba haciendo un registro cerrado y detallado de todos los destinos frecuentados por la periodista, las personas con las que se reunía y los lugares de residencia de ella y sus familiares.
«Dentro de la información recolectada se incluyen direcciones exactas y localización de Google Maps. Esto pone en riesgo la seguridad de la periodista, sus familiares y sus fuentes periodísticas. Además, preocupa que la UNP no haya garantizado el acceso a la información ni proporcionado alternativas para la protección de la periodista.»
Comunicado CJD y FLIP
La información era recolectada a través de dispositivos GPS ubicados en los vehículos que eran asignados para la protección de los periodistas, líderes, defensores de DDHH, ex combatientes, congresistas, sindicalistas y demás personas que en algún momento ven amenazada su integridad por lo que deben ser sujetos de protección por parte del Estado.
Desde Octubre de 2021 se hizo la denuncia de los datos recogidos ilegalmente
Otro de los elementos de preocupación sobre los datos recogidos por la entidad es que, a pesar de los derechos de petición enviados por la FLIP para conocer el uso que se les da, calificaron esto como de carácter reservado. Sin embargo, la Fundación aclaró que solamente habían solicitado datos generales y ninguno específico que comprometiera la seguridad de algunos de los protegidos.
Vale recordar que Duque había denunciado que la UNP recogió más de 25 mil registros sobre sus movimientos y que luego fueron custodiados por la entidad que se negó a aclarar la finalidad de dicha recolección.
En conclusión, esa recopilación sin autorización, así como los infructuosas intentos de llegar a un acuerdo entre la periodista y la Unidad Nacional de Protección, Duque tomó la decisión de entregar los elementos que hacían parte de su esquema y advertir de ello tanto a la FLIP como al Estado Colombiano y a actores internacionales.
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