Conversatorios durante la trigésimo quinta Semana por la Paz: La sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito

Conversatorios durante la trigésimo quinta Semana por la Paz: La sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito

Imagen: Secretaría de Educación

En el marco de la Pontificia Universidad Javeriana, en articulación con la Fundación Instituto para la Construcción de la Paz (FICONPAZ), tienen lugar del 6 al 9 septiembre una serie de conversatorios acerca de los movimientos territoriales por la paz. En el segundo encuentro, el día 7, se habló sobre la situación actualizada de la sustitución voluntaria de cultivos por los campesinos según las recomendaciones de la CEV.

Los invitados para discutir de este tema fueron Valeria Jaramillo, miembro del equipo para la no-repetición de la Comisión de la Verdad, y Alejandro Reyes, consejero territorial de paz del departamento de Nariño. El conversatorio abarcó los problemas del narcotráfico, de la corrupción, del apoyo del Estado y el daño del medioambiente.

En particular, Alejandro Reyes comentó:

La visión de la Comisión es una visión que responde a lo que la comunidad y los territorios necesitan. Una visión que parte de reconocer que este conflicto necesita humanizarse, que la lucha contra las drogas debe humanizarse. Que allí donde algunas instituciones y personas líderes políticos ven solo cifras, hay personas. Hay seres humanos llenos de necesidades, hay comunidades con necesidades básicas insatisfechas.

En su experiencia en los 64 municipios de Nariño, Alejandro Reyes aseguró que tuvo la oportunidad de acercarse a territorios maravillosos que están sufriendo. También pudo experimentar la importancia de los espacios de profundización de la democracia para la construcción de paz territorial.

De eso vive la gente, si hubiese otra alternativa. A la gente no le gusta sembrar coca, no le gusta cultivar coca, y comercializar coca. Pero toca. Porque tengo cuatro o cinco hijos en mi casa que dependen de mí y no tengo otra alternativa económica. Si eso no se transforma y las necesidades básicas satisfechas no se cumplen, no hay plan premiado que podemos tener que vaya a funcionar.

Valeria Jaramillo recuerda el reto grande que dejaron a su equipo las directrices del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el gobierno Santos y las FARC. El reto de hablar sobre el presente y de sentar una base para el futuro en medio de una conversación que no se ha tenido sobre lo que se ha venido pasando en Colombia; el reto enorme de acercarse no solamente a las víctimas sino también a los victimarios, a las comunidades y a quien de cualquier manera ha visto y vivido el conflicto durante.

Se necesita plantear el problema del narcotráfico y encontrar caminos políticos, económicos, éticos y jurídicos de salida tanto a nivel nacional e internacional que permitan avanzar el problema de las drogas. Esto es uno de los factores más relevantes que han alimentado la durada del conflicto en la nación, causando un enorme impacto también social y ambiental. En lo inmediato urge adoptar un enfoque de derechos humanos y de salud pública en la política frente al cultivo, el consumo y la racionalización de las acciones penales frente a los eslabones más débiles de la cadena que permiten, entre otros, superar los problemas estructurales de pobreza, exclusión y estigmatización.

Los dos interventores observan que es fundamental ponerle el foco tanto a las causas y no a las consequencias, como a un mercado internacional de cocaína, que es lo que dinamiza una demanda sustancial que se instrumentaliza alrededor de las necesidades de las personas y las comunidades. Cuando esto sucede, cuando hay esa visión, hay la posibilidad de empezar a trabajar ahí.

Además del apoyo del Estado en el proceso de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, se necesita conversar con todos los grupos armados, no solamente algunos.

La escucha de todos los actores es lo que se necesita. De los campesinos y las dificultades que lleva sustituir el cultivo voluntariamente para cultivar otro tipo de productos que son legales; porque no pueden salir de sus territorios para venderlo en otros, entonces no tendrían rentas. ¿Vamos a escuchar qué tienen que decirnos? Un enfoque hacia los derechos humanos, hacia entender que esto es una problemática socioeconómica actual. ¿Entonces, qué está pasando para que la droga salga tan rápido, y la yuca y la papa no?

Valeria Jaramillo, del equipo para la no-repetición de la CEV.

Al final de un conversatorio, que contó con más de cien participantes desde todo el país, tanto en línea como presencialmente, Alejandro Reyes y Valeria Jaramillo eligen apostar por las comunidades y los pueblos, para que se empiece un camino de educación y inclusión de la gente común, con un una óptica realista y objetiva para analizar el futuro de manera sustentable y justa.

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