Luz Marina Giraldo. Fotografía Hacemos Memoria.
El jueves 20 de enero se llevó a cabo en Nueva York el consejo de seguridad de las Naciones Unidas sobre Colombia. La plenaria tuvo como basis el documento s/2021/1090, un informe que el secretario general de la ONU, António Guterres, presentó el pasado 13 de enero sobre la misión de verificación de la ONU en Colombia. El informe destacó los avances del Acuerdo de Paz en tema de reincorporación de excombatientes, pero también denunció la preocupante violencia en las zonas donde hacen presencia grupos armados ilegales.
Ante los quince Estados miembros del Consejo de Seguridad de la ONU tomaron la palabra Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general y jefe de la misión de verificación de las Naciones unidas en Colombia y, sobre todo, Luz Marina Giraldo, excombatiente de las antiguas FARC – EP, firmante del acuerdo de paz y lideresa de iniciativas de reintegración.
La intervención del jefe de la misión de verificación de la ONU en Colombia
Carlos Ruiz Massieu empezó su discurso subrayando la importancia de la presencia en el evento de Luz Marina Giraldo, “destacada lideresa en proceso de reincorporación quien lamentablemente perdió a su esposo, también excombatiente, por causa de la violencia en 2019”. El jefe de la misión de verificación de las Naciones Unidas en Colombia hizo referencia al asesinato de Alexander Parra, ocurrido en Mesetas en 2019.
Pasó luego a señalar la importancia de la persistencia del impulso hacia la paz, en un año definido como “clave” para la consolidación del sosiego nacional.
En marzo los colombianos y colombianas elegirán en las urnas el Congreso, que por primera vez va a incluir a representantes de los 16 distritos electorales de transición especiales para la paz. Se presentan más de 400 candidatos para hacer oír las voces de las regiones afectadas históricamente por la pobreza y el conflicto. Se reconoce a todos ellos como víctimas del conflicto. El 50% son mujeres y muchos son indígenas y afrocolombianos. Es una oportunidad histórica que se prevé en al acuerdo que tiene que protegerse para poder profundizar la democracia de Colombia.
Massieu indicó la importancia de garantías de protección para todos los candidatos, especialmente en las regiones priorizadas por el Acuerdo y que, sin embargo, siguen siendo teatro de violencia. Invitó también a los actores políticos y sociales colombianos a participar “a iniciativas que promuevan la no violencia y la no estigmatización en el proceso electoral”.
La reintegración política es el eje del proceso de paz, las elecciones para el congreso que se van a celebrar son otra oportunidad, insto a las autoridades a que garanticen los derechos políticos y la protección de los que abandonaron las armas, especialmente a la luz de la falta de seguridad y estigmatización que continúan.
Llamó también a la importancia de la aceleración del acceso a la vivienda y a la tierra para los excombatientes en las zonas de reintegración, también trabajando con las “comunidades anfitrionas” para una reconciliación a largo plazo.
Pasó luego a denunciar la persistente violencia hacia excombatientes, afirmando que “cada muerte es un revés al proceso de paz”. Para ello el funcionario señaló como esencial adoptar medidas de seguridad, sobre todo en las zonas donde los grupos armados ilegales siguen existiendo, aprovechando de la ausencia del Estado y rechazando el acuerdo de paz por representar un obstáculo a sus actividades ilícitas.
Refiriéndose nuevamente a Luz Marina Giraldo, anticipó algunos temas que habría luego tocado la fundadora de Sin Olvido, es decir la importancia del apoyo a las familias huérfanas de los muchos excombatientes asesinados durante el proceso de reincorporación. Así como la imprescindibilidad de políticas de desmantelamiento de los grupos ilegales.
El espíritu del acuerdo final de paz es precisamente que no puede haber en la Colombia de hoy ninguna justificación para la violencia, como tampoco alternativa alguna a los diálogos para resolver el conflicto.
Carlos Ruiz Massieu concluyó su intervención reafirmando el respaldo del consejo de seguridad al sistema de justicia de transición creado por el acuerdo de paz, que también vivirá el 2022 como un año crucial, citando como ejemplo la Comisión de la Verdad y el informe que entregará que “la sociedad colombiana puede utilizar para reflexionar de forma colectiva sobre su pasado y para librar a generaciones futuras de la violencia”.
La intervención de Luz Marina Giraldo
Tras él, tomó la palabra Luz Marina Giraldo, conectada remotamente. Su intervención, en algunos puntos muy emocionante, empezó con la manifestación de su intención de hablar en nombre de las viudas de lideres sociales, excombatientes y firmantes asesinados. A estas categorías agregó también a los niños que perdieron a sus padres por ser lideres sociales o firmantes del acuerdo.
Hoy que tejemos paz cargamos sobre nuestra espalda la responsabilidad histórica de generar reconciliación, convivencia y tolerancia, aunque ahora directamente soportamos esa desigualdad que siempre recalcamos y que nos llevó a la confrontación. Nuestro compromiso por la construcción de una paz perpetua y por la restauración de las víctimas del conflicto hace que cada día que vivimos en la sociedad, y cada paso que recorremos en la implementación del acuerdo de paz, no olvidemos ni invisibilicemos a todos aquellos a quienes causamos daño a través de la guerra y por la que siempre hasta el final de nuestros días estaremos arrepentidos.
La excombatiente llanera afirmó la importancia de un compromiso hacia la paz que concierne a todos, con el objetivo de formar una sociedad igualitaria y plural, que sea garantía de una integración real para los grupos discriminados o marginados, y teniendo un enfoque territorial, diferencial y de género.
Son exactamente “la estigmatización, la polarización y la discriminación social”, según la lideresa, las causas que han impedido hasta ahora el cumplimiento de lo acordado. Por eso, Luz Marina Giraldo llamó a Colombia a tener presente que para llegar a la paz de manera legal se necesita un compromiso común “para que nuestra viudas e hijos de combatientes asesinados reciban un trato de igualdad en la diferencia, y así puedan acceder a unas garantías mínimas como el acceso a la educación superior, al sistema de salud, a la oferta laboral y financiera y al sistema de derecho de seguridad social integral”.
Finalmente, señaló la necesidad urgente de un enfoque “diferencial y de género” para las mujeres viudas y los hijos huérfanos, que hacen parte de una “población especial”, y que tienen que ser protegidos contra cualquier tipo de violencia o discriminación.
Por eso la familia debe ser parte integral del concepto de seguridad. La paz que buscamos y que todos queremos esta entre nosotros, porque como decía mi esposo la paz nace del alma.
El respaldo de los miembros del Consejo de Seguridad
Después de estas dos importantes intervenciones los representantes de los quince estados miembros del Consejo de Seguridad de la ONU reafirmaron su respaldo al proceso de paz en Colombia, felicitando al pueblo colombiano por su compromiso con la paz y la reconciliación, pero también declarando su preocupación por los altos niveles de inseguridad que atentan contra la democracia.
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