El presidente de la República, Iván Duque, en su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Fotografía redmas.com.co
En la mañana del martes 12 de abril, en su sede de Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU realizó una sesión de verificación sobre el estado de la implementación del Acuerdo de Paz con la presencia del Presidente de Colombia Iván Duque.
Hace unas semanas la Misión de Verificación de la ONU había publicado el primer informe trimestral de este año sobre la implementación del acuerdo, en el que denunciaba el asesinato de 315 firmantes de paz desde la firma y el homicidio de 43 lideresas y líderes sociales en lo que de 2022.
La intervención de Carlos Massieu
El jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, remarcó la importancia de la firma del Acuerdo de Paz con las extintas FARC-EP: “Con el acuerdo final de paz y su implementación, Colombia recuerda al mundo que incluso un conflicto armado de más de 5 décadas, con la dolorosa huella de millones de víctimas, puede resolverse a través del diálogo, estableciendo los pasos para la reconciliación y la no repetición. Para Colombia y para el mundo es fundamental reconocer que lo logrado en este proceso debe ser protegido y proyectado hacia el futuro”.
Eso, no obstante, Massieu reconoció que siguen existiendo obstáculos y riesgos para la construcción de paz en Colombia: la persistencia de la violencia e inclusive su aumento en algunas regiones representan un patrón que aún sigue imperante. Su superación definitiva tiene que ser “la orientación objetiva del trabajo en los años que restan para la plena implementación del acuerdo”.
Massieu celebró que las recientes elecciones de Congreso hayan transcurrido por lo general libres de violencia, y que en ellas se asistió a un aumento del número de candidatas y de mujeres elegidas. También destacó la oportunidad de elegir a los representantes de las 16 nuevas curules para las víctimas, establecidas en virtud del acuerdo de paz en las regiones afectadas por el conflicto. “La democracia colombiana se verá sin duda enriquecida por la creciente voz de las víctimas en el Congreso”.
En tema de reintegración de los excombatientes, el jefe de la Misión de Verificación afirmó que la gran mayoría de los más de 13 mil excombatientes acreditados siguen comprometidos con el proceso de paz. Casi dos tercios de ellos participan en iniciativas colectivas e individuales de generación de ingresos. Sin embargo, señaló que la violencia sigue poniendo en riesgo “los planes de los excombatientes para construir una nueva vida. Aunque reconozco las diferentes medidas que se han puesto en marcha, aún se puede y se debe hacer más para mejorar su seguridad”.
Massieu recordó las graves situaciones de violencias vividas en algunos departamentos de Colombia como Arauca, donde se produjo el asesinato de más de cien personas y el desplazamiento de miles de civiles sólo durante este año. “Arauca es ilustrativa de la situación de violencia en varias regiones desatendidas que se enfrentan a los grupos armados ilegales, a la economía ilícita y a la escasa presencia del Estado”.
Trajo también el ejemplo del Putumayo, igualmente afectado por las violencias en las últimas semanas: “Destaco la importancia de una investigación sobre la supuesta muerte de 11 personas, entre ellas líderes indígenas y comunitarios, en el marco de una operación militar contra miembros de un grupo armado ilegal en Puerto Leguízamo”. Sobre el tema el Presidente Duque sigue respaldando la versión oficial del Ministerio de Defensa, aunque ya numerosos testimonios y varios informes demostraron la no veracidad de lo relatado oficialmente.
La violencia, alegó, está aumentando en diferentes formas, sobre todo, en contra de las poblaciones indígenas y afrodescendientes. Asesinatos, desplazamientos y reclutamiento de menores siguen causando daños y siguen siendo un freno a la construcción de paz.
Massieu recordó que el Acuerdo es una hoja de ruta, a través de su “conjunto de mecanismos interconectados”, no solo para poner fin al conflicto con las FARC, sino también para abordar en futuro los factores que siguen generando violencia en muchas zonas de Colombia.
Avances en la reforma rural integral son requeridos en cuanto “reforzarán la reintegración y la seguridad”, así como los enfoques étnico y de genero tienen que ser integrados de manera mayor en todo el proceso.
Massieu llamó, además, al pleno uso de las instituciones transicionales ideadas por el Acuerdo y a la colaboración entre el Gobierno y los ex miembros de las FARC-EP. Cuando las partes colaboraron los resultados fueron visibles. Como ejemplo trajo el piloto llevado a cabo para mejorar la capacidad de los excombatientes en la localización de campos minados. “Las contribuciones de este trabajo de limpieza de zonas contaminadas aliviarán directamente el sufrimiento de las comunidades, evitando que las minas se cobren nuevas víctimas y fomentando el desarrollo”.
La intervención de Iván Duque
Tras esta intervención tomó la palabra el Presidente Duque, quien, en vez de hablar sobre los avances logrados en el Acuerdo de Paz, más bien explicó las acciones emprendidas por su Gobierno en sus cuatro años de poder.
El Presidente arrancó señalando la voluntad de paz que Colombia siempre ha tenido, reflejada en los varios acuerdos llevados a cabo en 40 años, y que en el tiempo se ha acomodado al respeto del derecho internacional.
Explicó que, además de las extintas FARC, existían y siguen existiendo otros grupos armados ilegales que también tienen vínculos con el narcotráfico. «Bajo ese entendido multidimensional de las amenazas de la seguridad, pero de la necesidad de construir paz territorial en Colombia, desde el primer día de nuestro gobierno pusimos en marcha una visión, una política pública, que llamamos la Paz con Legalidad, principio rector de la construcción de la paz sin impunidad y que buscara en virtud de lo que ha dicho la corte constitucional de Colombia ser una adaptación para una implementación certera eficaz verificable y abierta al escrutinio de toda nuestra sociedad”.
En tema de reincorporación Duque repitió las cifras de excombatientes vinculados en proyectos productivos que ya había dado Massieu, añadiendo que “hoy tenemos más del 85% de ellos vinculados a la seguridad social de nuestro país, al sistema pensional y al sistema de salud, hecho sin precedente en procesos de paz en el mundo”.
Acerca de las víctimas, el Presidente destacó “la extensión de la ley 1448 para la reparación de las víctimas, para permitir que los recursos del Estado puedan ayudar a solventar a esos millones de colombianos que por décadas fueron lacerados por la violencia”. También afirmó haber pasado de 3 procesos de reparación colectiva a 50, beneficiando con apoyo económico a más de 400mil víctimas. Celebró, además, la asignación de las 16 curules de paz:
Ha sido también en este gobierno, y en virtud del principio de acercar a las víctimas a tener voz y voto y representación política e influencia en las decisiones públicas, que apoyamos la reglamentación para que 16 víctimas elegidas popularmente en las zonas de mayor violencia histórica en el país se pueden sentar en el Congreso de la República con voz y voto.
El Presidente habló, por otro lado, de los planes de desarrollo con enfoque territorial, afirmando haber asignado más de 4000 millones de dólares a 170 municipios que agrupan cerca de 6 millones de colombianos, “de los cuales 2millones han sido víctimas de la violencia”.
Esos planes de desarrollo, que implican inversión en agua, electrificación, educación y que traen también una inversión prácticamente sin precedentes en vías terciarias, es uno de los mejores ejemplos del compromiso de Colombia con llegar a los territorios, con inversiones que, con acuerdo o sin acuerdo, eran una deuda histórica.
Se enorgulleció por hacer parte del Gobierno que más títulos de propiedad rural ha entregado, 52mil en menos de cuatro años. Además, afirmó haber logrado las mayores exportaciones agrícolas registradas jamás por Colombia en medio de la pandemia.
En tema de cultivos ilícitos, el Presidente Duque señaló que “el 50% de todas las hectáreas erradicadas han ocurrido en el gobierno nuestro”, así como “la mitad de todo el desminado que se ha hecho en Colombia, ha ocurrido en estos casi 4 años de gobierno”.
Citó, además, un informe producido por las fuerzas militares de Colombia sobre sus intervenciones en los últimos 50 años “defendiendo la legalidad de nuestro país”, que señala que más de 400mil integrantes de la fuerza pública habrían sido víctimas de violencia. “Es una contribución documental sin precedentes también en procesos de esta naturaleza”.
“Hoy esperamos también que los máximos responsables de los crímenes de lesa humanidad le digan al país la verdad sobre el secuestro, sobre el reclutamiento de menores, sobre los delitos contra la mujer y por supuesto sobre estos vejámenes contra la fuerza pública, y quiero también expresar que existe todo el deseo de avanzar en una reparación efectiva”, alegó también Duque. Declaración que resulta estar en fuerte contraposición con su reciente aval a la extradición de alias “Otoniel”.
Sobre las violencias denunciadas por el informe trimestral de la Misión de Verificación, el Presidente Duque afirmó que es normal que haya estos tipos de desórdenes cuando se presenta un proceso de paz. Además, citando la Defensoría del Pueblo, alegó que las muertes producidas tras la firma del Acuerdo de Paz han sido menores que en cualquier previo acuerdo de paz existido en Colombia.
Es triste también ver como las manos asesinas del narcotráfico siguen lacerando algunas regiones de Colombia, pero también partamos de la base de reconocer que en estos cuatro años de nuestro gobierno tendremos la menor tasa de homicidios promedio y agregada de un período presidencial en más de 40 años.
Sobre el narcotráfico el Presidente celebró las 670 toneladas de cocaína incautadas el año pasado, pero, denunció, estos esfuerzos podrían ser inútiles si no hay “un sentido de corresponsabilidad donde los países que más inciden en el consumo asumen políticas públicas, más directas, y más claras”.
Concluyó su intervención afirmando que: “Hoy Colombia se presenta al mundo con resultados visibles, incuestionables. Pero sabiendo que tenemos retos por delante, que no pretendemos ocultar, pero que tienen que unir a nuestra nación en ese propósito, en virtud de ese Artículo 22 de nuestra Constitución que señala que la paz es un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento”.
Las críticas de los embajadores en Congreso y de algunos colectivos
Antes de que Duque interviniera ante la ONU, el colectivo Defendamos la Paz a través de una carta pública llamó los 15 embajadores del Consejo de Seguridad a contrastar las afirmaciones del Presidente y a recibir las cifras que habría luego entregado con precaución, ya que no serían exactas.
Los embajadores del Consejo de Seguridad criticaron firmemente la violencia en contra de excombatientes, líderes/as y defensores/as de derecho humanos, responsabilizando el mismo Gobierno colombiano. Los delegados de Rusia y Brasil, además, reprocharon al Presidente Duque por haber hablado de temas no pertinentes al Acuerdo de Paz, ya que ninguno de los miembros se refirió a la expresión “Paz con Legalidad” ni a la política del Estado. Lo que hizo Duque, según ellos, solo fue defender su política.
Los miembros del Consejo, además, reconocieron de manera unánime la escaza presencia del Estado en los territorios, que agudiza las violencias de los grupos armados y también la impunidad. Lamentaron, por otro lado, la falta de voluntad del Estado por implementar la reforma rural integral, el punto que menos avances ha logrado en el Acuerdo.
El delegado de Rusia, sobre todo, arremetió contra Duque contundentemente, criticándolo por no haber nunca hecho referencia al Acuerdo de Paz: “Usted no habla del Acuerdo de Paz, usted habla de su programa Paz con Legalidad. El Consejo de Seguridad no avala su programa sino el Acuerdo de Paz”. Criticó, además, la ausencia de organizaciones de víctimas y representantes de la sociedad civil.
Nos parece muy preocupante que no se haya permitido que las organizaciones civiles y de víctimas dar su versión ante el Consejo de Seguridad.
Vasily Nebenzya
La presencia de contrapartes es práctica usual del Consejo de Seguridad. El Presidente Duque pidió a la organización que no permitiera la presencia de esas organizaciones para no tener objeciones a los logros que presentó. Lo que ha sido aceptado por el Consejo.
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