Tanto el ex lider de las AGC, Darío Antonio Úsuga, conocido como «Otoniel», como el Coronel González del Rio, en proceso de juicio por varios crímenes de las FFMM, han reconocido que hay una alianza entre los militares y los paramilitares o grupos armados, para la comisión de delitos contra la población y relacionados al narcotráfico.
Sin embargo, a pesar de las evidencias pasadas y presentes sobre esa actuación conjunta, los hechos permanecen en la impunidad y parecen ir en crecimiento en la medida en que avanza la Justicia Transicional y va entregando verdades que no han sido para nada secretos, en muchas regiones del país.
Según Otoniel hay connivencia entre AGC y FFMM
Otoniel, en una de las audiencias ante la Jurisdicción Especial de Paz, aseguró que estas alianzas existen y se desarrollan con gran fuerza en la región del Urabá, en referencia también a los territorios de comunidades negras del Bajo Atrato, donde también tienen presencia estas estructuras de tipo paramilitar o Grupos Armados Organizados.
Aunque se desconocen los nombres de los militares que serían responsables de esa alianza pues la intervención sobre este tema no se ha revelado en su totalidad, la región a la que hace referencia es una de las más golpeadas por el paramilitarismo a pesar de la fuerte presencia de las FFMM.
Coronel González del Río puso en evidencia que FFMM y GAO operan en conjunto
Por su parte, el Coronel González del Rio, después de haberse acogido a la JEP en 2018, habría restablecido los contactos en los que se haría evidente que las FFMM se alían con GAO´s en varias regiones con el fin de favorecer intereses determinados y también recibir dineros generados por el narcotráfico.
En concreto fue la fiscalía la que reveló que hay varios militares de alto rango vinculados con este tipo de grupos, que trabajan en conjunto, incluso comparten información de inteligencia con el fin de propinar goles dirigidos. La misma FGN reveló el organigrama que se pudo desarrollar gracias a las interceptaciones telefónicas a González.
“Nos toca, como sea, buscar generar información en la zona de Zabalo (rival de alias Matamba), pero que esa información llegue a la división. Yo ya hablé con Barrero y me dijo que lo hiciéramos, que él nos ayuda para dársela a mi general Chávez directamente y así tener control de esas operaciones especiales del Bagma (…) y así tener el control de las operaciones”
Interceptación a González por parte de la Fiscalía
Es de recordar que tanto militares como el General (R) Rito Alejo del Río, como empresarios palmeros de la región y empresas bananeras, han sido condenadas o están siendo investigadas por la justicia, en razón de los crímenes cometidos, muchos de ellos ligados a la actividad paramilitar. Un ejemplo de ello son las operaciones para empresariales que se desarrollaron y continúan en las regiones del Jiguamiandó, el Curvaradó y el Cacarica, todos territorios de comunidades negras.
Sobre estos temas, en los que se destapan las alianzas para acciones u omisiones por parte de las FFMM y que han favorecido el actuar de los grupos paramilitares, ya se han pronunciado en diversas ocasiones y con múltiples pruebas muchas de las comunidades en varias regiones del territorio nacional.
Los ejemplos de este tipo de alianzas, alertadas por las comunidades son muy variados, una de ellas es la masacre de San José de Apartadó en la que se comprobó la participación de unidades militares de la brigada XVII, o las múltiples denuncias de la comunidad de Bojayá, en el chocó.
Una de las reacciones que se han conocido y difundido ampliamente sobre esta situación, es la de Alexander Chalá, integrante de la Reserva y candidato al Senado por el Pacto Histórico, quien afirma que estas declaraciones confirman que el «generalato» se está comportando como una mafia.
Impunidad y ausencia de sanción social permiten que el fenómeno de alianzas siga creciendo
Uno de los asuntos preocupantes de esta situación es que además de confirmarse que las FFMM, tuvieron este tipo de alianzas en el pasado, se encuentran en la impunidad. No solamente porque las autoridades de investigación y acusación no han funcionado de manera eficaz por estos crímenes, sino que tampoco se han producido los cambios necesarios para castigar y evitar estos comportamientos al interior de los organismos de seguridad del Estado.
Adicionalmente, también es preocupante el hecho de que estas denuncias siguen en crecimiento y al parecer, la impunidad que rodea a este tipo de actuaciones, sigue siendo un aliciente, puesto que desde las regiones se siguen presentando denuncias de esta situación, y no pasa nada.
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