Foto: flickr/albita85
1 Mar 2019
El pasado 28 de febrero la Corte Constitucional inició un debate sobre el uso de Internet y el proyecto de ley que buscaría crear normas de funcionamiento y de buen uso sobre las redes sociales, una iniciativa que amenaza con coartar el derecho al anónimato en la web y a la libertad de expresión. A lo largo del evento también comparecieron representantes en Colombia de Google y Facebook quienes destacaron que sus plataformas no deben ser responsables por lo que suben terceros.
El periodista y docente de prensa de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Óscar Durán señala que la propuesta del proyecto de ley promovida por el senador José David Name, va en contra de la libertad de expresión pues establece que terceros decidan si un ciudadano tiene o no derecho a esa libertad, lo cual como señala, es sumamente valioso en una democracia.
El docente se mostró a favor de la postura de la Fundación por la Libertad de Prensa (FLIP), que estableció en el Tribunal que en el contexto actual es imposible separar la Internet de la libertad de expresión porque permite la difusión de información y opinión. Además resaltó que cualquier tipo de reglamentación sobre la libertad de expresión «va en contra de un derecho que ha costado tanto obtener y que ahora reglamentarlo o condicionarlo es cuestionable».
¿Se debe restringir la libertad de expresión en redes sociales?
Con este video la FLIP le explicó a la @CConstitucional que solo los jueces pueden hacerlo en casos puntuales y que sería muy peligroso dejar esa tarea en manos de las plataformas digitales.#LibreExpresiónEnRedes pic.twitter.com/pve7DbrNXX
— FLIP (@FLIP_org) 28 de febrero de 2019
Durán destaca que desde la academia se debe trabajar en la alfabetización digital, haciendo referencia a que el consumidor tenga más criterio frente a los escenarios en redes, «somos una cultura contestataria y eso al final se ve reflejado en las redes sociales cuando alguien desde el anonimato establece lo que está bien o malo o injura a una persona», agrega.
El docente advierte sobre lo delicado que sería darle la responsabilidad a un tercero, como a un sector privado, el reconocer o juzgar cuando alguien tiene derecho o no a usar su libertad de expresión, asimismo señala la importancia de comprender que las redes sociales han llegado para quedarse y que la salida no es reglamentarlas sino entender cómo funcionan y utilizarlas en beneficio de una sociedad más informada, más critica pero más democrática.