Tulio Mosquera Asprilla. Fotografía cortesía.
Este 15 de noviembre, el arzobispo de Cali, Darío Monsalve, confirmó que el obispo de Istmina– Tadó, Mario Álvarez Gómez y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), recibieron por parte del Ejército de Liberación Nacional, ELN, el cuerpo del político chocoano Tulio Mosquera Asprilla.
Tulio Mosquera Asprilla, fue exalcalde del municipio del Alto Baudó y se encontraba en campaña para ser nuevamente elegido cuando el 24 de agosto de 2019, fue secuestrado por la guerrilla del ELN. El 6 de octubre de 2020, tras 16 meses de secuestro, el grupo armado dio pruebas de vida, sin embargo y pesé a las exigencias de liberación, este 5 de noviembre se conoció que la víctima murió ahogada al tratar de pasar un río.
La Iglesia Católica, que comunicó la muerte de Tulio, solicitó que el cuerpo fuera entregado para que sus familiares dieran santa sepultura como lo quería su madre, esposa y demás familiares. «“Todo OK. Cuerpo íntegro”, dice el mensaje de rescatistas. Una acción humanitaria, pro dignidad humana y esperanza de vida, libertad, verdad y paz. ¡Colombia se lo merece!», expresó este lunes el arzobispo Darío Monsalve.
El obispo Mario Álvarez Gómez, informó para CONTAGIO RADIO, que ya se hizo entrega del cuerpo a la Defensoría del Pueblo y a la SIJIN, donde esperan se haga lo pertinente. «Agradezco profundamente la confianza que han tenido en la labor de la Iglesia, que con todo amor, con toda solidaridad, con alto sentido de evangelio y de humanidad, hemos prestado esta colaboración que trae algún alivio, algún descanso a su mamá, a sus hermanos, a su esposa, a sus hijos. a sus familiares, a sus amigos, a los paisanos del Alto Baudó y a los amigos del Chocó», manifestó el obispo de Istmina.
Tanto el arzobispo de Cali, como el obispo en Chocó, reafirmaron su deseo de paz, «si vamos de la mano de Dios nunca se agotará la esperanza, ni el deseo de paz», agregó Mario Álvarez.
De acuerdo a información proporcionada por el CICR, el ELN solicitó la entrega del cuerpo del exalcalde y la misión en la que participó la Iglesia como solicitó el grupo armado se desarrolló «bajo los principios de imparcialidad, neutralidad e independencia».
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