Fue publicada una columna del periodista e investigador Alberto Donadio en la que se demuestra qué altas esferas del poder político y militar vinculadas al gobierno de Virgilio Barco fueron determinantes en el genocidio de la Unión Patriótica.
La columna revela un contrato, del cual no se quería dejar rastro, con el mercenario israelí Rafi Eitan, quién determinó la necesidad de acabar con la Unión patriótica como un paso en la guerra contra el «terrorismo».
Dos reuniones claves que propiciaron el genocidio de la UP
Según Donadio, la amistad de Virgilio barco con Eitan concretó una operación militar qué provocó el asesinato de más de 6000 integrantes de la Unión Patriótica, partido político reconocido en 1985.
Para desarrollar dicha operación se realizaron dos reuniones en la casa presidencial, una poco después de el 7 de agosto de 1986 y otra unos meses más tarde.
En la primera el presidente Virgilio Barco ordenó que Ecopetrol pagará los honorarios de Eitan, por un estudio inicial de las estrategias para acabar con la guerrilla.
Esta primera reunión contó con la presencia de Germán Montoya, secretario general de la presidencia, en la segunda reunión según el periodista también participó un alto mando militar.
En la segunda el presidente Barco informó que Rafi Eitan aconsejaba eliminar a la unión patriótica y ofrecía encargarse de esa misión. Sin embargo el mando militar se opuso pues esa orden debía ejecutarla el ejército y no un comando extranjero.
Rafael Samudio Molina fue determinante en que se acelerara el genocidio contra la UP en 1986
Las Fuerzas Militares quedaron ligadas directamente al exterminio de militantes de la Unión Patriótica. Además el aumento de asesinatos de militantes de ese partido suscitó alarma en el gobierno y el consejero de paz, Carlos Ossa Escobar, aseguró que todos los días estaban matando a un integrante de la UP.
A esta preocupación, según cita el periodista, el Ministro de Defensa Rafael Samudio Molina, respondió que «a ese ritmo no van a acabar nunca» lo que multiplicó los episodios de asesinatos, desapariciones y torturas de militantes de ese partido.
Son varias las voces que se han manifestado a partir de la publicación de la columna de Donado, una de ellas es la del senador Iván Cepeda hijo del congresista de la unión patriótica Manuel Cepeda, quién exige investigación y sanción para la cúpula militar de la época.
Asimismo se manifestó Aída Avella, congresista sobreviviente del genocidio contra la UP, quién Afirma que desde hace mucho tiempo es sabido que los 6132 asesinatos contaron con la participación del gobierno y los militares.
JEP y CEV deben aportar en el esclarecimiento del genocidio de la UP
Una de las esperanzas qué tiene el país para conocer la verdad es la pronta y eficaz acción de la Jurisdicción Especial para la Paz y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad que tienen otro gran reto en el esclarecimiento de este nefasto episodio de la violencia política en Colombia.
Frente a este tena ya se pronunció oficialmente la Unión Patriótica. En el comunicado exigen que se esclarezca la responsabilidad estatal en el Genocidio.