Foto: Julian Gómez – JyP
A propósito del Día Nacional de la Niñez Indígena, celebrado el pasado 26 de agosto, integrantes de diferentes organizaciones indígenas realizaron un homenaje a la memoria de todos los niños que han sido víctimas del desplazamiento forzado, explotación minera y cambio climático, factores de peso para la extinción de sus tradiciones, una de ellas sus hábitos alimenticios.
Lejandrina Pastor, consejera de Mujer y Familia de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), resaltó que para defender la niñez indígena se deben pensar leyes según cada región donde habiten, “no es lo mismo la situación que pasan los niños nativos en Amazonas, a lo que pasan los del Chocó o La Guajira, hay que tener en cuenta factores como los cultivos, el clima e incluso si están o no dentro de las comunidades activas”.
Según esto, regiones como Chocó, Cauca, Amazonas y Orinoquía, han perdido de manera preocupante sus raíces, por causas como el desplazamiento forzado afectando directamente la cultura alimenticia, “uno es lo que come, somos una cultura de la cosecha y no de la guía nutritiva, y esto lo hemos intentado explicar al gobierno”. (Le puede interesar: La ONU advierte que la situación de los pueblos indígenas en el mundo es peor que hace 10 años)
Incentivar hábitos en la niñez indígena
Desde las organizaciones se intentan incluir en los hábitos de formación el cuidado diferencial cultural y espiritual, manteniendo los juegos indígenas, los alimentos y especialmente el lenguaje, “la tierra sabe lo que el niño debe comer, se alimentan con lo que la tierra provea dependiendo de la cosecha, al crecer lejos de su zona esto se pierde y se tienen que modificar los costumbres. ”, afirma Lejandrina Pastor.
La consejera destaca que estas prácticas de alimentación deben ser respetadas por el Gobierno y así mismo, ser cobijadas por la ley, para que las niñas y niños indígenas desplazados de sus territorios, no pierdan sus tradiciones al ser remplazadas por dietas diseñadas. (Le puede interesar: “Niños y niñas indígenas no mueren de hambre sino de abandono”)
Frente a esto y en memoria de todos los niños indígenas que han fallecido o han crecido lejos de sus raíces, por causa del deslazamiento forzado, se radicó un proyecto de ley en el congreso, donde se solicita institucionalizar este día y así asegurar el crecimiento exitoso de todos los niños indígenas.
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