José de Jesús Antequera, Agencia de periodismo investigativo.
La Fiscalía presentó acusaciones oficiales contra tres exdetectives del DAS, el anterior departamento de inteligencia de Colombia que ya no está en funcionamiento. Estas acusaciones se relacionan con el asesinato del excandidato presidencial de la Unión Patriótica (UP), José de Jesús Antequera, y las lesiones sufridas por siete personas, entre ellas el expresidente Ernesto Samper.
Por Beatrice Follesa, Redacción Contagio Radio
Los hechos
El 3 de marzo de 1989, en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, se produjo el asesinato de José de Jesús Antequera, líder del partido Unión Patriótica, a manos de un sicario que también perdió la vida en el mismo incidente.
Ese día, Antequera se encontraba en el aeropuerto preparándose para un viaje a Barranquilla cuando se cruzó con el excandidato presidencial Ernesto Samper Pizano. En ese momento, varios sicarios se acercaron a Antequera y le dispararon. Aunque Samper resultó herido, su vida fue protegida por su esposa Jacquin Strauss. Los asesinos estaban bien informados sobre los movimientos de Antequera, mientras que sus escoltas eran miembros del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Antes de su asesinato, Antequera había denunciado públicamente a Carlos Castaño y a las AUC como promotores de la violencia contra la Unión Patriótica, lo que algunos creen que contribuyó a su trágico destino.
Tras su muerte, la familia de Antequera sufrió acosos y amenazas, con personas haciéndose pasar por miembros de la UP o periodistas para investigar su vida y la de sus familiares.
Después del fallecimiento de Antequera, se ha afirmado repetidamente que su muerte, al igual que la de otros líderes, era previsible y evitable.
Unos días antes, en Montería, considerada la capital del paramilitarismo y el anticomunismo, Antequera había denunciado abiertamente a Carlos Castaño y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como instigadores de una campaña de violencia contra la Unión Patriótica, con la colaboración de oficiales y brigadas militares. Algunos periodistas sugirieron que esta denuncia marcó su destino fatal. La determinación de este joven comunista y revolucionario, al igual que la de muchos otros, en no dudar en señalar a los responsables directos del sufrimiento de comunistas y defensores populares, fue admirable, según lo narrado por uno de sus amigos, Carlos Lozano, director del Semanario Voz.
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Hasta el momento, el asesinato de Antequera, al igual que otros líderes de la UP, había quedado sin resolver, sin poder identificar a los responsables.
Las investigaciones
En 2015, la investigación sobre el asesinato de Antequera experimentó un giro significativo. Esto sucedió tras descartarse la implicación del joven de 21 años a quien las autoridades habían presentado como un sicario y que fue abatido por los escoltas de Antequera. Sin embargo, según la investigación, se sugiere que este individuo podría haber sido utilizado como un señuelo, haciéndolo pasar erróneamente por un delincuente, con el propósito de justificar la respuesta indiscriminada de los acusados, quienes dispararon sus armas sin control.
El conjunto de pruebas disponible indica que el presunto agresor aparentemente no estaba armado y simplemente aguardaba en una fila de viajeros con un maletín. A pesar de esto, los escoltas del líder abrieron fuego sin restricciones, ocasionándole la muerte, según lo relatado por la Fiscalía. La Policía realizó pruebas técnicas que confirmaron que el individuo en cuestión no había disparado ninguna arma.
A pesar de haberse sometido al presunto sicario a una prueba de guantelete, llevada a cabo por el Instituto de Medicina Legal y cuyo resultado resultó NEGATIVO PARA NITRATOS, las miradas de la investigación se dirigieron hacia los agentes del DAS, cuya responsabilidad era proteger la vida del líder de la UP. Además, un agente de policía presente en la escena declaró que una ametralladora que se encontraba junto al cuerpo del supuesto sicario, quien presuntamente había disparado contra Antequera, había sido retirada del lugar por uno de los escoltas antes de que llegaran los investigadores de Instrucción Criminal, lo que planteó serias interrogantes sobre la escena del crimen. Tras las declaraciones del testigo policial, la Fiscalía General de la Nación vinculó a proceso a los exagentes del DAS, Didier Augusto Hernández, Rodolfo Sanjuan Garzón y Carlos Alberto Cortés, imputándoles cargos por homicidio con fines terroristas y concierto para delinquir.
Finalmente, en la mañana del jueves 31 de agosto de 2023, más de 30 años después del asesinato de Antequera, la Fiscalía General llamó a juicio a los tres exdetectives del DAS, implicados en el asesinato del excandidato presidencial de la Unión Patriótica (UP), José Antequera Antequera, y por las heridas causadas a siete personas, incluido el expresidente de la República, Ernesto Samper Pizano. Como se mencionó previamente, las pruebas balísticas del Instituto de Medicina Legal indicaron que el supuesto sicario nunca disparó el arma y que la subametralladora utilizada en el homicidio de Antequera, aparentemente, estaba bajo el control del detective Hernández Caicedo.
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El asesinato de Antequera se considera un crimen de lesa humanidad, parte de un patrón de violencia en el que estaban involucrados agentes del Estado, narcotraficantes y grupos paramilitares con el objetivo de eliminar a los miembros y representantes de la UP.
Antequera Guzmán, hijo del difunto, rememoró el momento en que se enteraron del asesinato de su padre. Relató que, cuando él y su hermana eran muy pequeños, escucharon la trágica noticia a través de la radio.
Cuando se le cuestionó sobre si consideraba que se había alcanzado la justicia en estos casos, expresó una crítica contundente hacia el sistema judicial. Señaló que los resultados obtenidos hasta el momento se debieron principalmente a las acciones legales y políticas emprendidas por las víctimas. Enfatizó que la impunidad ha sido una parte integral de la estrategia detrás de estos asesinatos y concluyó afirmando que el movimiento de la justicia ha sido impulsado en gran medida por los esfuerzos de abogados y víctimas.
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