En horas de la tarde del 22 de septiembre se conoció de una nueva masacre en el departamento de Córdoba, exactamente en San José de Uré en dónde fueron asesinadas cuatro personas.
Dos de las víctimas hasta el momento ha sido identificadas como Eduardo Olea, campesino de la zona y Santos Baltazar, miembro de la guardia indígena del pueblo Zenú, las otras víctimas aún están por identificar. (Duque expresó «el desprecio que siente por la ciudadanía», Ángela Robledo)
Algunas versiones indican que hombres armados ingresaron a la vereda Batatal, en el corregimiento de Versalles, ubicado a 30 kilómetros de la cabecera municipal, San José de Uré, y atacaron con arma de fuego a las víctimas.
Debido a que el hecho donde se perpetró la masacre esta alejado del corregimiento de Versalles, esto ha dificultado las labores de identificación por parte de las autoridades, así como el abordaje de las investigaciones del caso.
Al igual que en otros municipios del país donde se registran masacres, la comunidad de San José de Uré ha recibido desde el pasado mes de julio al menos 279 campesinos que se han tenido que desplazados hacia el casco urbano, debido a los asesinatos cometidos por los grupos armados que operan en esta zona; algunos de ellos son los Caparrós y el Clan del Golfo.
Dentro de la 61 masacres que se han registrado en Colombia durante el 2020, según Indepaz en su informe más reciente presentado el domingo pasado; han perdido la vida 246 personas en el marco de estos hechos violentos.
El más reciente registrado en Córdoba fue el pasado 11 de septiembre en el que fue atacado con arma de fuego en las calles de Montelievano el presidente de la Junta de Acción Comunal del Barrio Villa Clemen, y miembro de Cordupaz, Cristóbal José Ramos.