Ante las movilizaciones realizadas este 15 de junio por diferentes sectores sociales, en ciudades como Cali, Bogotá y Medellín como medida para exigir una cuarentena digna, un alto a la violencia y cumplimiento del Gobierno, se registraron nuevamente acciones desmedidas por parte de la Fuerza Pública.
Diferentes organizaciones defensoras de Derechos Humanos, medios de comunicación y miles de usuarios de redes sociales fueron testigos del uso desmedio de la Fuerza Pública en todo el país, a pesar del escaso número de manifestantes que salieron a las calles a ejercer su derecho a la protesta.
Según la Campaña Defender la Libertad un asunto de Todas en su informe sobre el balance del día, fueron 118 personas las detenidas; 45 en Medellín, 73 en Bogotá; y 3 con diagnóstico de lesiones serias en su cuerpo producto de la intervención de la Policía y el Esmad. (Le puede interesar leer: Más de 100 detenidos y 20 heridos deja la violencia policial contra movilización del 15 de Junio)
Flankin Castañeda, presidente de la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP), organización que hace parte de la Campaña y quienes acompañaron la movilización señaló que «es inconcebible que en las principales ciudades no se puede ejercer el derecho a la protesta social y aún más ante el manejo de doble discurso de lo Gobiernos Distritales».
Destacando las medidas adoptadas por los Gobiernos de las ciudades, «por un lado permiten que las personas salgan a las calles a comprar a las grandes cadenas comerciales, quienes tienen la probación del Gobierno, pero restringir el derecho a la protesta social y son permisivos ante las arbitrariedades hechas por la Policía«.
Y destacó los pronunciamientos en redes sociales de los mandatarios de Bogotá y Medellín, «lo que vemos son alcaldes que cada vez se comportan de forma más similar a la derecha y a la política tradicional en el país; alcaldes llamados alternativos que apoyan la protesta cuando beneficia sin intereses, pero cataloga de vándalos cuando cuestiona su gobernanza«
Ante estos discursos señaló que «quienes están poniendo en riesgo a las personas son ellos, con sus medidas pensadas más en la economía y no en la gente», y recordó que en Colombia la cuarentena se esta acabando es porque el Gobierno tanto nacional como local no supo adoptar medidas adecuadas.
«La gente ya no puede seguir con esta cuarentena, no puede soportar mas desempleo, hambre, quiebras y agresiones, ni tampoco de una política de gestión que pretende fortalecer a los ricos a costa de la salud y los sectores mas pobres», resaltó Castañeda y agregó que esto ocurre en medio de un contexto que ya venía mal.
«Es inconcebible que tengamos la posibilidad de adquirir bienes suntuarios, pero que no podamos salir a ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión , protesta social y derecho a la reunión»
Para Castañeda no se puede dejar de lado la serie de movilizaciones en contra de la gestión del Gobierno que se venía evidenciando desde noviembre del año pasado, «cada vez más gente se va a atrever a movilizarse por mejores servicios, en contra de las amenazas a una lista de reformas absurdas y ahora por las libertades y garantías en contra del racismo y porofobia».
Según el defensor de DDHH el olvido y las agresiones siempre se dan hacia las comunidades pobres y que muchas veces son afros, indígenas o campesinas y LGBTI, por lo tanto es normal que haya ese tipo de levantamientos en Colombia, «lo anormal es que se ordene a los policías agredir a la sociedad a partir de la represión extrema».
En Colombia se facilita todo menos la movilización social
Para el presidente del CSPP es inconcebible que ante claros protocolos de respeto a la protesta social, señalados en Resoluciones como la 1190, dada en medio de los diálogos de La Habana, hoy estos se encuentren «engavetados por parte de las autoridades nacionales, a pesar de estar vigentes», y que por el contrario se flexibilicen 43 excepciones en la pandemia, menos la movilización.
Y recordó que con la llegada de Claudia López, también se habló de nuevos protocolos para la movilización un protocolo de la mano de las madres de quienes salen a marchar, «esta era la construcción de un modelo a partir de la imagen de los padres para ejercer más represión y de regañar y no en el ejercicio de la protección de los Derechos Humanos».
La agresión es cada vez peor y no pasa nada
Ante el aumento de las agresiones por parte de funcionarios de la Fuerza Pública, las cuales han dejado como saldo múltiples fracturas, lesiones, amputación de órganos e incluso la muerte, es fácil pensar que lo que prima en este Gobierno es la impunidad.
Situación que Castañeda señaló como un patrón que se viene y se vendrá repitiendo entorno a una cadena de favores, «esto que ocurre en la movilización es lo mismo que pasa con los líderes y defensores, callar para beneficiar, y archivar antes que investigar la verdad»
«Como todos los crímenes en Colombia, en la impunidad, la Fiscalía y los órganos de control, colocan una buena parte de la cuota para que esta realidad no cambia en el transcurso del tiempo»
En consecuencia para Castañeda, «un policía tiene la certeza de que puede torturar, reprimir e incluso asesinar personas en el marco de la protesta social sin que nada le pase»; y recordó el caso del policía responsabilizado y registrado en el asesinato de Dylan Cruz, el cual solo recibió una suspensión de carácter humanitario, y hoy sigue ejerciendo su labor.
«La única forma de acabar con la impunidad en Colombia va a ser con cambios políticos profundos, eso quiere decir que la labor de defensores de Derechos Humanos es muy importante para denunciar y construir Gobierno basados en la verdad y la justicia»
Por último destacó que el movimiento social está despertando a pesar de situación atípica que se vive por pandemia, «sé que antes de esta pandemia cientos de miles de personas se manifestaron en todo el país, y es imposible pensar que las medidas adoptadas en la pandemia fueron suficientes para olvidar el porqué se salía a las calles».
Y agregó, «necesariamente esa movilización social va a subir por qué es falso que en ese proceso de «reinversión del capitalismo «se vayan a tomar medidas para favorecer a la gente, al contrario cuando esta olla a presión explote la única opción que nos va a quedar es salir a protestar».
«No me da miedo asumir que en Colombia necesitamos más protesta social porque es la única alternativa que vamos a tener para que el gobierno colombiano de una mirada a una política diferente».
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