Uno de los primeros eventos, enmarcados dentro de los actos de conmemoración del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas este año, estuvo encabezado por el presidente de la República, Gustavo Petro, quién este domingo 9 de abril, a las 9 de la mañana, en el Hotel Tequendama de Bogotá, se reunió con 40 víctimas de distintos sectores y regiones del país, para escuchar sus experiencias de vida y resistencia, así como sus aportes a la construcción de la Paz Total. El mandatario se conectó virtualmente.
Por Redacción Contagio Radio
Bogotá. Este domingo 9 de abril el presidente Gustavo Petro se reunió con 40 víctimas del conflicto armado, de diferentes partes de Colombia, para escuchar sus peticiones y sus aportes en la construcción de la Paz Total. El mandatario abrió la posibilidad de reunirse con exparamilitares para definir qué pasó con los bienes que entregaron y que podrían ser usados para reparaciones, una de las principales peticiones hechas por las víctimas.
En este evento también estuvo la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón. Ambos escucharon algunas de las preguntas que este grupo de víctimas plantearon como fueron: ¿Cuál es, realmente, la participación que vamos a tener en la Paz Total? ¿Cómo nos pueden ayudar a garantizar que sigamos abanderando esta exigencia de derechos? ¿Cómo lograr que las rutas de atención humanitaria a las víctimas sirvan no solo en Bogotá, sino a nivel nacional? ¿De qué manera nos van a garantizar seguridad? y ¿Cuándo se va a cumplir con la reparación integral?
En su intervención Petro aseguró que el gobierno quiere ayudarlos en todo lo que se pueda; “que el Centro Nacional de Memoria Histórica sea en verdad un centro de memoria, quiere ayudar en que las organizaciones de víctimas se puedan constituir en un gran movimiento social por la paz, quiere ayudar en acelerar hasta donde sea posible los procesos de restitución de tierras, de indemnización de víctimas, e incluso los procesos judiciales que tienen que ver con la verdad, lo que hoy llamamos la justicia transicional o restaurativa”.
El evento fue propiciado por la Unidad para las Víctimas, entidad que se creó en 2011 para atender a los más de 9 millones de personas afectadas por el conflicto armado en el país (el 18 % de la población total). La directora de la entidad, Patricia Tobón, aseguró que “las víctimas son las que tienen la palabra (…) y que necesitamos de la experiencia y la voz de ellas que siempre trabajan por la paz”.
Se abre la puerta a un encuentro entre el Gobierno y exparamilitares
En sus intervenciones, las víctimas narraron los impactos de la guerra en sus vidas y resaltaron las deudas del Estado con su reparación y atención. Contaron cómo el accionar de guerrillas, paramilitares y agentes estatales fracturó a sus familias, cambió sus proyectos de vida y marcó el inicio de una batalla por su reconocimiento como víctimas.
Por su parte, en su intervención, el jefe de Estado resaltó la importancia de atender ágilmente a las víctimas, para que no sean “sus nietos quienes resulten recibiendo la reparación”, y señaló que hay trabas en la justicia que impiden que el proceso de restitución de tierras se acelere.
“Los jueces de restitución de tierras son lentos, básicamente porque no son suficientes. Hay que ampliar el número”, dijo el mandatario, y resaltó la necesidad de asegurar que el Estado tome el poder de los bienes entregados por los grupos armados para que sean usados en la reparación de las víctimas.
“Antiguos jefes paramilitares que han pagado sus condenas dicen públicamente que estarían dispuestos a reunirse, conmigo incluso, y yo creo que esa reunión debe darse. Es necesario que el Gobierno y beneficiarios jurídicos de la Ley de Justicia y Paz se reúnan para establecer en blanco y negro qué pasó con los bienes”, señaló el presidente.
Principales peticiones
Por su parte las víctimas pidieron una reunión privada con el presidente en cabeza de Eucaris Salas, coordinadora de la Mesa Nacional de Víctimas, quien solicitó una mesa de trabajo con el presidente y la Unidad para las Víctimas, con el fin de “trabajar en lo que serían los diálogos con los grupos armados, y sobre las soluciones para que la paz sea realmente estable y duradera”.
Dos de las principales propuestas que le hicieron al jefe de Estado fueron: que exista una línea de contacto directo con 15 representantes de las víctimas para mejorar la interlocución en los temas relacionados con su atención y aportes a la Paz Total. Y que se dé por parte del Gobierno un apoyo decidido a los planes de retorno de las comunidades étnicas que han sido desplazadas de sus territorios.
La autoridad del pueblo Nukak, Joaquín Nijbe, alertó: “No podemos volver a los territorios porque hay grupos armados que no nos dejan volver. Hoy en día como instituciones, como gobierno, deben apoyar nuestras necesidades como pueblos indígenas. No hemos podido tener una vida digna”.
Además el presidente anunció que se revive la figura de la Policía de Paz para que cuide los puntos de restitución de tierras, de vivienda y de vida agraria de los excombatientes que firman la paz. “Hemos visto que cuando se restituyen tierras el peligro en las zonas se mantiene. Le he pedido a la Policía que construya la Policía de Paz, de tal manera que tenga un número de efectivos lo suficientemente grande para que cuide los puntos de restitución de tierras, los puntos de Reforma Agraria, los puntos de vivienda y vida agraria de los excombatientes que firman la paz”, precisó el mandatario.