Fotografía Getty Images.
Una nueva ola de violencia en Haití, producto de los enfrentamientos entre pandillas armadas, ha cobrado la vida de cientos de personas en las últimas semanas y ha agravado aún más la crisis humanitaria, política y de derechos humanos en el país caribeño.
Dicha situación fue señalada por la organización no gubernamental Human Rights Watch- HRW, que instó a los gobiernos de las principales naciones, «incluidos los de América Latina, Europa y Estados Unidos” a dejar de deportar personas a Haití y “apoyar urgentemente los esfuerzos de los grupos locales de la sociedad civil y de las agencias de la ONU para garantizar que los haitianos tengan protección y acceso a la justicia».
Desde principios de julio, señala HRW, las bandas armadas presentes en el país han asesinados a cientos de personas en Puerto Príncipe, la capital haitiana, e inclusive llegaron a controlar el Palacio de Justicia, sede del principal tribunal de Haití, “lo que ha agravado aún más la violencia y dificultado el acceso a la justicia en el país».
El pasado 15 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU prorrogó el mandato de su Oficina Especial en Haití hasta julio de 2023. Según la misión, 540 personas fueron secuestradas y más de 780 asesinadas entre enero y mayo de 2022. En los últimos cinco meses de 2021, por otro lado, 396 personas fueron secuestradas y 668 asesinadas.
Según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, la guerra entre bandas criminales, que se produce desde el pasado 7 de julio, ha dejado hasta ahora un saldo 300 víctimas fatales, mientras que otras 16 están en paradero desconocido.
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