Papa Francisco I. Fotografía AFP
El Papa Francisco se expresó de manera contundente acerca de la guerra en Ucrania, que hoy cumple 42 días. Objeto se su crítica ha sido la ONU: “en la actual guerra de Ucrania, somos testigos de la impotencia de la Organización de las Naciones Unidas”.
Su análisis se debe probablemente a la dificultad mostrada por la organización internacional en solucionar el conflicto, a pesar de las enormes sanciones económicas impuestas contra Rusia.
El Papa también criticó la lógica de la geopolítica actual, en donde países con mayores recursos económicos buscan ampliar su esfera de influencia para prosperar aún más:
Hoy se habla a menudo de «geopolítica», pero desgraciadamente la lógica dominante es la de las estrategias de los Estados más poderosos para afirmar sus intereses ampliando su área de influencia económica, ideológica y militar, lo estamos viendo con la guerra.
El pontífice señaló, además, su consternación por la situación en Ucrania: una guerra que no acaba y sigue sin solución. Miles de ciudadanos inocentes caen víctimas y fosas comunes vienen descubiertas, como ocurrido en la ciudad ucraniana de Bucha.
Las recientes noticias sobre la guerra en Ucrania, en lugar de traer alivio y esperanza, atestiguan nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha. Crueldades cada vez más horribles, cometidas también contra civiles indefensos, mujeres y niños. Son víctimas cuya sangre inocente clama al cielo e implora: pongamos fin a esta guerra, silenciemos las armas, dejemos de sembrar muerte y destrucción.
Desde el inicio de la invasión rusa han muerto al menos 1.563 civiles, entre ellos 130 niños. Así lo indicó la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Las cifras, dadas las dificultades para esclarecer los hechos en el terreno, están probablemente subestimadas.
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