El encuentro sostenido entre la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y el ex senador Álvaro Uribe Vélez recibió múltiples y fuertes críticas por parte de amplios sectores de la sociedad colombiana, que rechazaron las enunciaciones de Uribe Vélez y además la puesta en escena que sirvió para reiterar una falta de compromiso con la verdad y con las víctimas.
En un primer momento el ex senador negó la dignidad de la institución del Estado ante la que se encontraba y solamente reconoció las calidades humanas del Padre Francisco de Roux, a pesar de la interpelación de Lucía González, en el sentido de que allí se encontraban en calidad de integrantes de la CEV y en igualdad de condiciones.
Este cuestionamiento de las víctimas tiene que ver con la manera en que se organizó el diálogo y la escenografía que se instaló para dicho diálogo. En el video, que en principio no sería en vivo, se observaba a un ex presidente en una silla más alta y al padre Francisco en una silla más baja y tomando apuntes como si se tratara de una especie de dictado. Además, en el recuadro se negó la participación de Leyner Palacios y Lucía González quienes participaron también en el diálogo.
Nuevamente una clase empresarial y política endilga toda la responsabilidad de los crímenes en los militares de bajo rango
Sobre los llamados “Falsos Positivos”, Uribe negó que hubiese aplicado una política que permitió y promovió la comisión de esos crímenes, contrario a lo que han afirmado militares, paramilitares y civiles que han comparecido ante el Sistema Integral. Adicionalmente, las expresiones de clase que también han sido reiteradas, por ejemplo, por el General ® Mario Montoya, en el sentido de que fueron mal interpretadas las ordenes y que toda la responsabilidad recae sobre los militares. “Fui engañado por los soldados” aseguró Uribe.
Otra de las afirmaciones que más ha generado polémica es en la que se puede leer que el ex senador Uribe, plantea la posibilidad de una amnistía para los crímenes cometidos en el marco de la guerra. Una posibilidad que ya no sería real en el escenario de las actuaciones de la Jurisdicción Especial de Paz y la misma Comisión de la Verdad en la que se ha planteado que lo que se debe garantizar es el reconocimiento de la verdad, la centralidad de las víctimas y la construcción de escenarios para la No Repetición.
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Se abrió un escenario que no fue favorable a la verdad ni a las víctimas
Otra de las críticas tiene que ver con la posibilidad de que se abrió un espacio, al parecer premeditado, en el que Tomás Uribe expresó fuertes insultos en contra de la comisionada Lucía González y en el que reiteró la postura de la familia Uribe Vélez y el uribismo en general ha tenido en contra de la CEV y en contra del Sistema Integral en general. Esa intervención, permitida por Uribe, además expresa el machismo la misoginia y el ejercicio de poder con que ha actuado el uribismo.
Este escenario, según varias personas, era previsible, dado que la actitud de Uribe Vélez siempre se ha caracterizado por la imposición de un relato superior sobre las mismas víctimas. Para ello se habría garantizado un escenario favorable en el que la CEV acudió a su finca como invitada. Esta actitud para algunos podría representar un acto de modestia por parte de los comisionados, pero muchos, en redes sociales y otros espacios lo interpretan como un acto, incluso, de sumisión.
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También hay expresiones de solidaridad con la CEV
Varios líderes de opinión y parlamentarios han manifestado que la CEV y el Sistema Integral deberían pronunciarse sobre lo acontecido en ese escenario de escucha, pues lo que debe tener prelación en ese tipo de intervenciones en la dignidad de las víctimas y en ese espacio en el que solamente se escuchó una versión repetida muchas veces y un libreto que parecía calcado de entrevistas hechas por la revista Semana, entre otras.
Por otra parte, también se expresó la solidaridad de las víctimas con el ejercicio de la CEV. Por ejemplo, Somos Génesis, Construyendo paz en los Territorios, grupo integrado por más de cien comunidades de todo el país, expresaron su solidaridad con la comisionada Lucía González, con el comisionado Leyner Palacios y Francisco de Roux. Los integrantes de esas comunidades valoran su decisión de ir a dialogar con él como con cualquier otro sujeto que tenga dentro eventuales responsabilidades o quiere aportar a la verdad.
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