Fotografía Contagio Radio / Lina Gasca
Diversos analistas coinciden en señalar que uno de los principales resultados de estos dos meses de paro nacional ha sido que han forjado un nuevo movimiento político más allá de los partidos tradicionales y las formas de agremiación que han estado presentes como sujetos en la vida política del país en la historia reciente.
Las agrupaciones y movimientos juveniles, barriales y comunitarios que se han estado, tanto en las movilizaciones, como en los puntos de resistencia que creó el paro nacional en el país, son la expresión de una nueva movida política que será determinante en el mediano corto y largo plazo en el país.
Según lo expresó Álvaro Leyva quien fuera facilitador de paz y congresista, es muy evidente y clara la politización de los jóvenes que están participando en los movimientos del paro nacional con propuestas claras y un panorama de la realidad qué escapa de los análisis tradicionales y por lo tanto de las estrategias políticas a las que estamos acostumbrados.
Asimismo lo explicó el catedrático Daniel libreros en recientes intervenciones en medios de comunicación. El profesor asegura que los jóvenes urbanos, los movimientos campesinos e indígenas, entre otros, están demostrando que sus formas de asociatividad marcan la diferencia y se constituyen en alternativas reales para la satisfacción de los derechos y de la vida digna en varias regiones del país.
Otros analistas se suman a esta visión y aseguran que los mercados populares, los espacios de análisis y lectura de la realidad en los plantones, los mecanismos y medios de comunicación que se han usado en el paro nacional, son semilleros de alternativas sociales y económicas que bien pueden multiplicarse si se sigue fortaleciendo la multiplicidad de movimientos sociales más allá de la homogenización, con la construcción de movimientos nacionales con liderazgos únicos.
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Los retos que plantea el Paro Nacional a la vida política del país
En este sentido, otro de los grandes aprendizajes y retos que plantea el Paro Nacional está en la consolidación de ese tipo de alternativas juveniles campesinas indígenas negras y mestizas que tienen una tarea fundamental en lo regional y que no tendrían por qué ser homogéneas en todo el país.
Si bien es cierto que mucho de lo que se discute, se dice o se deja de decir a nivel nacional, está mediado por los cálculos electorales, estas nuevas expresiones serán determinantes en la construcción de políticas públicas de los nuevos gobiernos locales regionales y nacionales y deberá ser tenido en cuenta si se pretende atender a los gritos y las exigencias de las grandes mayorías que se siguen movilizando en una de las jornadas de protesta más largas constantes y firmes de la historia reciente de Colombia.
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