Desde el 18 de marzo se han desplazado más de 900 familias que le huyen a enfrentamientos entre disidencias de las FARC, el ejército y otros grupos en El Charco, Nariño. Según la Unidad de Víctimas, también se atiende a 1.259 desplazados de La Tola y 1.035 desplazados de Olaya Herrera.
Durante los últimos días se agudizó la emergencia humanitaria en el departamento de Nariño. Los combates, que según Víctor Candelo, alcalde de El Charco, se han dado entre disidentes de las FARC, han afectado a los pobladores que para salvaguardar su vida han huido a la cabecera urbana del municipio.
Las familias desplazadas en El Charco viven en las veredas Santa Catalina, Las Mercedes, Mata Palo y Cuil, y sus integrantes son personas que viven de lo que ganan en las labores que realizan en el campo.
De acuerdo a información preliminar, la situación en El Charco es compleja ya que nadie puede salir ni entrar a esas cinco veredas, lo que ha originado una escasez de alimentos y medicamentos.
«Ni la misión medica puede entrar a pesar de que no hay una amenaza directa contra ellos, los médicos y enfermeras no van a esas poblaciones por temor a quedar en medio del fuego cruzado».
Diana Palacios, directora de la oficina municipal para la Atención a Víctimas.
Según el alcalde Candelo, los enfrentamientos han desplazado a la zona urbana del municipio 239 familias. Además, ha habido familias del sector rural que también han debido abandonar sus casas por lo que serían en total 927 familias que han sido desplazadas de sus hogares.
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¿Qué está desencadenando la crisis humanitaria en el Nariño?
Según el reporte oficial de la Unidad de Víctimas, además de los casos de El Charco, también se atiende a 1.259 desplazados de La Tola y 1.035 desplazados de Olaya Herrera.
La Coordinación Étnica Nacional de Paz (CENPAZ) publicó el 30 de marzo una denuncia en la que rechaza los enfrentamientos que se vienen presentando en la zona, responsabiliza y exige al gobierno acciones urgentes que puedan detener las acciones armadas y a su vez, los desplazamientos.
«El pasado miércoles 24 de marzo, hacia las 9:00 a.m. la comunidad Catalina ubicada en la zona alta del Río Tapaje, municipio de El Charco, Nariño, fue sorprendida por un grupo indeterminado de hombres vestidos con uniformes de tipo militar camuflados cerca de la cancha y en la orilla del río. Minutos más tarde se presentó un tiroteo que dejó como consecuencia cuatro personas muertas, dos jóvenes y los adultos mayores, cuya identidad está por confirmar».
Apartado del comunicado publicado por CENPAZ
Dos mujeres mayores murieron debido a los enfrentamientos
El viernes 2 de abril se conoció que dos mujeres de 91 y 81 años murieron debido a los tiroteos que se presentaron en la zona de El Charco. La primera de ellas, María Hurtado, según información brindada por la comunidad murió tras ser impactada por una bala perdida.
Cleofe Micolta, la segunda mujer que murió en los hechos, falleció por un infarto, resultado de haber visto a María herida de muerte.
Hasta el momento se ha hablado del frente 30 Alfonso Cano y la columna móvil Franco Benavidez, como los grupos disidentes que, al parecer, se están disputando el control del territorio en Nariño.
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